Opportunities and New Scenarios
Este pasado fin de semana tuve el honor de intervenir en un evento organizado por la multinacional BASF en Capri. Al llegar el mismo el jueves, ya pudimos descubrir que lo que nos esperaba era especial y diferente, en cuanto al nivel de los participantes como en lo que al diseño de la experiencia se trataba. Fueron cuatro días inolvidables en los que, junto a empresarios de primer orden, pudimos establecer una relación en lo personal que fue más allá del mero expositor con su audiencia. Incluso, como guinda del pastel conocí al gran Jack Welch.
Mi ponencia versaba sobre un “new economy balance for the Mediterranean area. Opportunities and new Scenarios” e intenté, junto al brillante, Erwin Rauhe, aportar una radiografía de la situación económica en el sur de Europa y, especialmente, en el riesgo de contagio a la zona por parte del virus griego. Hablar de crisis ante este grupo de empresas es difícil pues no están viviendo un mal momento a pesar de todo. El oscuro territorio que en términos generales supone esta zona de Europa, para BASF y la mayoría de sus invitados al evento no es así. La facturación y beneficio no ha hecho más que crecer en términos técnicos en los últimos años. He estado revisando el motivo de porque unos ganan cuando todos pierden y porque otros pierden cuando todos ganan. Pronto lo explicaré en un post pues me salen curiosas apreciaciones.
Sin embargo os comento lo que en términos generales expliqué en Capri:
- La crisis como tal ya ha finalizado. Estamos ante un nuevo modelo económico que precisa de nuevas herramientas y nuevos conceptos para entender cual es el proceso empresarial en su conjunto
- El problema se llama “deuda” y hasta que el mundo no se ajuste en gran medida a su verdadero valor, no abandonará su estado de letargo. Hemos ido impulsando una deuda sobre otra. De la inmobiliaria o de activos pasamos a la financiera, de la financiera a la de los estados y sus ayudas, de las de los estados a la de sus bancos centrales y sus bonos soberanos, y ahora seguimos impulsando la burbuja de la deuda planetaria compartimentada.
- En cada uno de los escenarios de capital hay un error de cálculo que lo intoxica todo y que hace difícil el análisis: la impresión de dinero virtual de manera continua y sin control aparente.
- Mi teoría sobre que los dirigentes económicos y políticos del mundo, a pesar de su mediocridad manifiesta, han decidido mantener en caída libre todo el modelo a base de inyectar un líquido que ya no responde al capital ni a la riqueza existente. De este modo, considero, esperan dos posibles salidas: una que sería la de que los países emergentes logren reactivar la economía del planeta justo antes de que este perezca en la parte más baja del proceso y se requiera una catarsis dura y larga, o una segunda, que la caída sostenida se produzca en diversas fases hasta que, cuando finalmente se produzca la caída definitiva, esta sea desde un escalón muy bajo y el dolor sea, comparativamente, menor.
A pesar de toda esta exposición, lo que a continuación intenté aportar, en la medida que se supone debe hacer un asesor de empresas, un emprendedor o un soñador, fueron ideas, claves y herramientas que puedan ayudar a sobrevolar estos momentos complejos y visualizar nuevas expectativas de futuro. Estas fueron a modo muy general:
- La clave para generar valor empresarial en momentos de recesión está en entender que la “guerra existe” a pesar de que no parezca que nos afecta en primera persona. Es cuestión de tiempo que los impagos, la caída de consumo o el aumento tributario nos afecte.
- Ante una caída leve de facturación, la respuesta debe ser la inversión en lugar del ahorro. Invertir en internacionalización prioritariamente debido a que en mercados exteriores se puede compensar la pérdida local y en procesos para mejorar modelos poco eficientes y recopilar beneficios por ello.
- Aplicar modelos de gestión, promoción y dirección enmarcados en la Nueva Economía como la digitalización, las redes, los entornos complejos y la viabilidad de las agrupaciones en términos de Open Business.
Al final de la sesión, en el intercambio de posiciones por parte de todos los participantes, tuve la sensación que quien en realidad había ido a aprender era yo. Esa es la mejor de todas las impresiones que se pueden tener cuando das una conferencia.