Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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Entrevista #5preguntes

Pau Samó de smtrainers me propuso una entrevista hace unos días a través de correo electrónico. En su espació suele tratar habitualmente de técnicas de venta, de marketing y de actitudes. Pau recoge en su twitter una serie de preguntas que la comunidad le hace llegar acerca de personajes de interés. En esta ocasión y bajo el formato #5preguntes me trasladó cinco a mi. Este es el resultado traducido y el original en catalán en este enlace.
Alguna vez has mencionado que has tenido triunfos pero otras veces has terminado arruinado:
Jordi Valls (@ jordimkt) es un emprendedor creativo del mundo del marketing y la edición digital. Su pregunta es:

J: ¿Cuál es el momento idóneo para abandonar un modelo de negocio y empezar uno nuevo?

MV: A veces cuesta más redireccionar un mal proyecto que hacer fuego nuevo. No hay una ciencia cierta, ni un punto exacto pero si una sensación de que ha de darte la llave. En principio hay que ser capaz de luchar contra todos los elementos, en gran medida muchos emprendedores dejan de lado su negocio mucho antes de lo que podría ser el momento. Si se hubieran esperado o hubieran dado un poco más, el proyecto hubiera sido exitoso. Si dejas de creer, es el momento.

Las preguntas más recurrentes son sobre la financiación:

Mario Conde (@ marioconde), consultor y director comercial de la empresa Velneo una empresa española de software te pregunta lo siguiente:

MC: Es imprescindible un business angel o capital externo para una startup?

MV: Espero que no. La verdad es que la única cosa imprescindible debe ser el emprendedor y sus ganas de enfrentarse a un mundo desconocido, apasionante e infinito. Estamos cayendo en la parodia del negocio moderno. Todo el mundo cree que la figura del inversor es una de las fases del proyecto emprendedor y no debería ser así. En todo caso es una opción, en muchos casos clave, pero hay que ir también a buscar proyectos autofinanciables en la medida de ser rentables pronto. Es cierto que los grandes proyectos globales, escalables y tecnológicos tienen un punto exacto en el que les hacen falta una fuente de liquidez y apoyo.

En la misma línea Toni Bachiller apasionado por el mundo de los negocios, comprometido con los proyectos sociales e ilusionado por las nuevas tecnologías forma parte del proyecto www.uisplatform.com te pregunta:

T: ¿Qué vía consideras más efectiva para poder financiar los proyectos nacidos en Cataluña?

MV: No hay una vía especialmente más efectiva. No creo mucho en la gestión pública cuando se llena la boca de apoyo a los emprendedores ya que suele ser papel mojado y mucho justificación política. Suelen utilizar las palabras o tags más positivos del momento. Ahora toca “a los emprendedores” pero no hay tal. Ni en Cataluña ni en muchos otros lugares. No necesitamos dinero los emprendedores, borremos esto. No queremos que una entidad financiera ahora quiera limpiar su conciencia con créditos inservibles e insuficientes a coste reducido o con concursos para emprendedores que tampoco sirven para crear un ecosistema real y efecitvo. No he visto en Sillicon Valley ningún banco haciendo esto. Necesitamos modelos de estímulo empresarial y de dinamización proyectual, es preciso que se liguen empresa y universidad y hay que la atmósfera emprendedora sea auténtica y no sólo un reflejo de un show mediático puntual. Quiero decir que prefiero un acompañamiento en la localización de plataformas de venta de mis productos que dinero para ir a vender. Prefiero que me ayuden a entender que mi startup tiene buena pinta si vamos a Eslovenia, China o Islandia por motivos profesionales que si sigo insistiendo en el mercado local. Por eso hará falta algo más que un “consultor experto” y será necesario un punto de enlace con el sector privado. La vía más efectiva sería la de implicar un modelo de apoyo real capaz de aceptar el sacrificio de la banca, empresa y administración.

Otro aspecto importante de cara al futuro pasa por la formación y las ganas de aprender, Santi Juan ( @ sjuanapar ) Responsable de Marketing del Grupo Ticnova y profesor asociado de la Universidad URV en Dirección de Marketing te hace la siguiente pregunta:

S: Llega un punto que no se puede aprender más? Si llega ese punto, debes apartar para rodearte de gente más preparada? La tecnología nos puede llevar a esta situación?

MV: Nunca se puede dejar de aprender. De hecho incluso en la creencia de que ya sabes mucho de algo puede aparecer la lección más enriquecedora que existe: el fracaso. No nos enseñaron en la escuela a fracasar y menos a entender y aprovechar que se debe hacer con un error. Intento cada día equivocarme un poco en algo, lo hago voluntariamente tirando por el derecho cosas que pueden ser un error flagrante. Es muy nutritivo, aprendes y mejoras. Luego hay que tener al lado un equipo que sepa más que tú, que sean jóvenes y expertos, capaces de darle la vuelta a un problema por capacidad formativa, por insolencia de juventud y por sabiduría experimentada. Es maravilloso decir que no tienes ni idea de cómo avanzar en un tema y que en tu empresa un grupo de gente de todo tipo levante la mano y diga: “yo si que sé”.

Tus seguidores también tenemos inquietudes por conocer tus orígenes, Pascual Almudeve (@ pasqualalmudeve), emprendedor, abogado, consultor de iniciativas empresariales y miembro del equipo formador de la Fundación Escuela Emprendedores te hace esta pregunta:

P: Alguien como tú Marc, que tiene una actitud envidiable, creativa, visionaria, que emprende proyectos con tanta pasión, ha debido adquirir en buena parte, esta forma de ser en sus orígenes; qué tipo de educación familiar o hábitos tuviste o te transmitieron en casa para ser como eres ahora?

MV: En casa las pasamos canutas hace muchos años. Varios momentos de la historia familiar nos hicieron entender de pequeños que nadie regalaba nada en esta vida. En mi caso, además era muy inquieto y necesitaba no parar, por que tuve que adaptarme muy a menudo a cambios estructurales en casa. Debía ser capaz de hacer lo mismo con menos recursos o con menos según el momento y estado contable de la familia. De mis padres aprendí el valor del sacrificio, de dormir poco para conseguir llegar a metas, a aceptar el fracaso como parte de todo ello, a vivir la crisis con toda su virulencia y a celebrar pequeños éxitos.

Cuando era pequeño, siempre intentaba hacer cosas diferentes, era muy curioso, quería probar. De la música saltaba a la pintura o bien intentaba escribir, también cambiaba de deporte favorito e incluso de equipo de fútbol. Como consecuencia era valorado como inconstante, carente de objetivos y caprichoso. Me costó muchos años entender que en lo que realidad hacía era buscar mi talento natural, y de hecho aún sigo haciéndolo, pero esta diversidad de inquietudes ha sido mi mejor aliada a lo largo de los años, me convirtió en todo y al mismo tiempo en nada, pero me dio una visión amplia. Viajé como no me lo podía pensar. He estado en un centenar de países, he conocido miles y miles de personas extraordinarias. He sufrido voluntariamente y he vivido al límite. Aún hoy sigo inquieto, mantengo la ilusión para probar y aprender y la firme idea de que mientras encuentras tu talento, el auténtico valor no está en lo que haces sino en cómo lo haces. Me enseñaron de pequeño que lo principal no era llegar, era ir.