Mark Zuckerberg admite que las redes sociales están rotas.
Aunque a algunos les ha parecido un panfleto publicitario, en un post de casi 6.000 palabras, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, admite que las redes sociales están muy dañadas a estas alturas y que deberían centrarse en la construcción de espacios más inclusivos e informados. De alguna manera está indicando en lo que se va a convertir su propio invento. Para ello hace una descripción notable de la hoja de ruta de su empresa en términos técnicos y que, de un modo u otro, afectará al día a día de casi dos mil millones de personas. Ahí queda eso.
Zuckerberg creó una red social para la gente y que debía ser utilizada por la gente. En algún momento, mientras se evidenciaba que lo que estaban desarrollando era una máquina de hacer dinero, el plan inicial falló. Mientras el muro de Facebook se convertía en el periódico al que millones de personas acceden en las primeras etapas de cualquier información, los algoritmos y ‘bots’ trabajando a destajo iban gestando un desastre mayúsculo que poco a poco se ha evidenciado tóxico.
Tóxico porque en algún momento el 'algoritmo padre' sólo permite que la gente vea lo que quiere ver, apropiándose de sus prejuicios y convicciones, cosa que los hace permeables a las noticias falsas por ejemplo. La victoria de Trump en las elecciones presidenciales americanas fue el toque de atención definitivo. Expertos aseguran que la influencia de esas noticias repartidas por los muros de millones de personas con una tendencia concreta de voto, pero incapaces de dar el paso final a favor del actual presidente, finalmente lo hicieron estimuladas por esas fuentes no contrastadas.
Zuckerberg admite que no se enteraron de nada. Mientras él se dedicaba a repartir drones de banda ancha para salvar el planeta, y presentando los resultados de su empresa a niveles espectaculares, la máquina se estaba rompiendo por dentro. En su carta, Zuckerberg dice que durante la última década Facebook se ha centrado en conectar a amigos y familias y que 'el próximo enfoque será el desarrollo de la infraestructura social para una comunidad global conectada'.
"Una de nuestras mayores oportunidades para mantener a las personas seguras es construir una inteligencia artificial para entender más rápidamente y con precisión lo que está sucediendo en nuestra comunidad"
Para lograrlo define los cinco elementos en el plan: comunidades de apoyo, comunidades seguras, comunidades informadas, comunidades comprometidas con la comunidad y comunidades inclusivas. Sin decirlo, Zuckerberg está tratando de hacer frente a la evidencia: Facebook se ha convertido en un lugar que puede ser manipulado eficientemente y estimular lo detestable del género humano. Admite también sin decirlo que el modelo actual es insostenible e imposible de solucionar. La complejidad actual del sistema, del algoritmo, de la suma de datos de 1.800 millones de personas, lo hace inviable. La solución es la reinvención. La pregunta debería ser ¿cómo piensa hacer ‘reset’ sin convertirse en una especie de censor? ¿quién define lo bueno, lo malo o lo irónico? ¿qué significa eso de comunidad global inclusiva?
Zuckemberg sugiere que ‘la comunidad de Facebook está en una posición única para ayudar a prevenir el daño, ayudar durante una crisis o reunirse para reconstruir después. Esto se debe a la cantidad de comunicación a través de nuestra red, nuestra capacidad de llegar rápidamente a personas en todo el mundo en una emergencia, y la gran escala de la bondad intrínseca de la gente agregada a través de nuestra comunidad. Mirando hacia el futuro, una de nuestras mayores oportunidades para mantener a las personas seguras es construir una inteligencia artificial que entienda más rápidamente y con mayor precisión lo que está sucediendo en nuestra comunidad. En el futuro, hay aún más casos donde nuestra comunidad debe ser capaz de identificar los riesgos relacionados con la salud mental, la enfermedad o el crimen".
El amigo Mark habla de amplificar lo bueno, mitigar lo malo y para ello está dispuesto que un cerebro artificial se encargue de decidir en el sentido adecuado. Esta carta llega justo en el instante en que se publica también el estudio de Imperva Capsula que demuestra que en estos momentos los humanos ya no somos mayoría en Internet.
El informe en cuestión asegura que el tráfico generado en la red de carácter humano no supera el 48,9% y el resto es generado por ‘bots’ o programas ‘araña’ tanto de Google como del propio ‘feed fetcher’ de Facebook. Es imparable, la automatización de la red es eso, un modelo que inquieta porque retira la capacidad de establecer criterios humanos a algo tan básico como ‘formarse opinión’.
Por otro lado, es evidente que si te quedas quieto mueres. Hasta Facebook se ha dado cuenta que el enemigo lo tiene en casa. Sus algoritmos podrían estar minando su capacidad para ofrecer un buen servicio a las personas y a las empresas. En su carta, Zuckemberg, admite su preocupación soslayada por un intento de mostrarse visionario y estimulado en conquistar la siguiente pantalla. Veremos.