¿Por qué el tomate holandés es más barato que el tomate marroquí?

A diferencia de lo que pudiera parecer, en una época de crisis la mejor respuesta a la misma es automatizar procesos. Los países que más rápido salen de una recesión siempre son los que tienen una composición laboral más tecnológica. Por ejemplo, una de las reivindicaciones del sector agrícola suele ser que los costes salariales les impide vender más barato que otros agricultores de países donde no hay garantías laborales y por eso pagan mucho menos y no hay seguridad social o similar. Es el ejemplo de España criticando que los productos marroquíes sean más económicos y se vendan en mercados europeos.

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Sin embargo, aun siendo cierto, es importante saber que, por ejemplo, el precio del tomate más barato de Europa es el holandés. Cuatro veces más económico en su producción que el español, más incluso que el del norte de África. El motivo es que tienen tecnología aplicada y RPAs de última generación. Esto va de #transformaciondigital, de #agricultura40 y de innovación. El empleo del futuro no estará donde no sea eficiente y rentable. Al final se destruye irremediablemente y sólo florece donde sí lo es. Que esta crisis inminente sea una oportunidad dependerá de que consideremos el cambio de modelo productivo de una vez. Todos.

Veamos el caso de Holanda, un país del tamaño de Aragón y que es el segundo exportador de alimentos de Europa. Ahí se producen muchos más tomates y patatas que en nuestro país y, además, usando mucha menos agua. ‘Holanda está en los primeros puestos del ranking europeo de exportaciones de hortalizas y, en la producción y venta al exterior de cebollas, flores y bulbos, ya son los número uno del continente’. El motivo fundamental radica en que la productividad holandesa por hectárea agrícola es 2,5 veces superior a la media europea. Para lograrlo, la tecnología agraria ha sido un factor determinante en el despegue del sector primario holandés, gracias a invernaderos de última generación.

Tengamos en cuenta que Holanda tiene menos horas de luz y hace mucho más frío que en España, pero sus agricultores han sido capaces de producir de forma sostenible y a gran escala frutas, verduras y, sobre todo, flores. Por poner un ejemplo de su eficiencia y productividad, cabe destacar que en el sur de los Países Bajos más de 10.000 hectáreas de cultivos bajo cristal producen más de 1.700.000 toneladas de hortalizas. Otro dato demoledor es el que afirma que la superficie dedicada al tomate tiene una productividad que cuadruplica la media de 20 kilos por metro cuadrado y año de un invernadero español por ejemplo.

¿Como lo logran? Con múltiples aplicaciones tecnológicas que se iniciaron a implementar hace más de una década. Las ayudas públicas a retornar a veinte años sirvieron para modernizar el campo, hacerlo eficiente y amortizar las inversiones derivadas. Tecnología como la difusión de los haces de luz, que aumenta la productividad hasta un 8% desde el minuto cero. La falta de luz ha creado de la necesidad una virtud. En los invernaderos holandeses aplican bombillas LED de más potencia y de menor consumo. Utilizan la inteligencia artificial para medir cada aspecto de esos cultivos y los datos para generar nuevos modelos de explotación ahorrando energía y reduciendo costes. 

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