"Mañana me cortan Internet"
Entre los comentarios que ha recibido este blog en los últimos siete años hay de todo tipo. El que hoy adquiere valor de titular es el de un lector “anónimo” para el resto de lectores, pero que identifico por su IP con otros apuntes que ha hecho en los últimos años en este espacio. “Ella” se despide de este agora con un “les escribo mi último comentario. Mañana me cortan internet por no poder pagarlo. Ha sido un placer“ es ejemplo de como la crisis económica silencia.
La Psicohistoria aparece en “La Fundación” de Asimov y estaba basada en la predicción del futuro basándose en la masa humana y a su comportamiento. El futuro es un territorio desconocido y en economía, política y sociología su estudio requiere de formulas muy complejas. Sin embargo se puede predecir gracias a la colaboración masiva. Debemos tener en cuenta que la sorpresa y la imprevisión están muy lejos del comportamiento de un grupo condicionado por aspectos individuales. El estudio del comportamiento de un grupo permite predecir que sucederá de un modo distinto al que efectúa la estadística.
Lo que está ocurriendo con la sociedad aumentada y la actividad social que genera, es más bien la caída del efecto de previsión al que la sociedad nos tiene acostumbrados, puesto que tiene que ver más con el comportamiento de grupo, mucho más complejo y deliberativo que el que surge de cada uno de los individuos que los forman. El ejemplo más didáctico sobre este aspecto lo podemos presenciar en la naturaleza, donde un individuo no interviene salvo cuando la dirección tomada por la manada la incorpora y es luego cuando interfiere en la decisión como parte de ella.
Pronto sabremos en España que pasa con la “islandización” de nuestro proceso de reacción social. Veremos en breve si se construyen canales de conversación y construcción de la verdad social que se solape y tape la verdad política y mediática que no responden a criterios de objetividad mínimamente exigibles en una sociedad occidental. Hay demasiado en juego como se ha visto en otros países que han vivido levantamientos sociales recientemente. Hacerlo a la islandesa no tiene más misterio: un país quiebra por la mala gestión bancaria y política, un pueblo recibe el coste de esa ineficiencia en su cotidiano uso de sus recursos, se rebela y se niega a pagar el desaguisado. La respuesta social genera una reacción en cadena porque el establishment lo acepta y lo adopta como suyo, se organiza la estructura política ciudadana y proceden a ejecutar judicialmente a los responsables, a redactar una nueva constitución y, atención, a vivir la mayor de las miserias que ha vivido ese, en otros tiempos rico, país.
Proceder al crowdsourcing social en política requiere una madurez y una aceptación de la realidad que en España aun está a años luz, por problemas puramente culturales. El tiempo nos dirá si el silencio a base de “cortarle internet por falta de pago” a la gente no será el detonante. Cuando la red no es “neutral”, cuando acceder a su uso no es universal, enviamos el talento y la inteligencia colectiva a la alcantarilla.
Recomiendo atender a los mapas de conexión gratuita via wi-fi que existen en la red y que, si lo tiene, nuestra amiga lectora se acerque con su portátil a opinar y participar en este blog como los últimos años ha hecho. Todos somos necesarios.
SUMERGIDOS EN LA RECESION
En la crónica que ayer publicaba La Tribune ayer, titulada “España sumergida en la recesión”, Thierry Maliniak señalaba que “España continúa hundiéndose en la crisis. Todo lleva a creer que las cifras definitivas del 20 de mayo indicarán un nuevo y fuerte repliegue tanto del consumo de las familias como de la inversión que, en el cuarto trimestre de 2008 descendieron, en términos anuales un 2,3% y un 9,3% respectivamente. Y, si mejora el comportamiento de la demanda exterior, será por el retroceso de las importaciones inducido por la recesión”. Por Creo que las cifras van a ser muy similares a lo que en ese artículo se refiere. Lo sabremos mañana.
En la crónica que ayer publicaba La Tribune ayer, titulada “España sumergida en la recesión”, Thierry Maliniak señalaba que “España continúa hundiéndose en la crisis. Todo lleva a creer que las cifras definitivas del 20 de mayo indicarán un nuevo y fuerte repliegue tanto del consumo de las familias como de la inversión que, en el cuarto trimestre de 2008 descendieron, en términos anuales un 2,3% y un 9,3% respectivamente. Y, si mejora el comportamiento de la demanda exterior, será por el retroceso de las importaciones inducido por la recesión”. Creo que las cifras van a ser muy similares a lo que en ese artículo se refiere. Lo sabremos mañana.
En el mismo artículo también se arremete desde otro punto vista que aquí hemos comentado muchas veces. Maliniak dice que “hasta ahora, las cifras del PIB en España eran ligeramente menos desfavorables que las de la media de la eurozona. Pero esta reprimenda es importante por dos motivos: en primer lugar, porque para un ritmo de recesión dado, España destruye más empleos que sus vecinos. Y porque todos los organismos internacionales afirman que la recuperación será más lenta al sur de los Pirineos que en el resto”. A partir de ahora vamos a ir digiriendo noticias de que el mundo va ralentizando la caída mientras que en España se irán indigestando las cifras.
A medida que el tiempo se consume las opciones de salir de esta situación sin sacrificios gigantescos se aleja. En este tema no ayuda demasiado que el escenario de los mercados continúe con su rally alcista. Mientras nos hacen creer que la bolsa sube por estar descontando un escenario de recuperación económica, lo que en realidad puede estar pasando es que estamos ante un proceso de estabilización en el mercado y que tiene que ver más con las medidas coyunturales y de dudoso valor estructural, que con una salida de la crisis real. La bolsa no refleja los problemas a los que se enfrentan las empresas de nuestro país. Problemas que no son mayores que a los que se enfrentan muchas compañías americanas o europeas, pero que difieren en su evolución y en su desarrollo. Aquí vamos a tener que lidiar con una caída del consumo brutal y con un aumento de la morosidad desconocido que en otros países no tendrá esta envergadura.
La evidencia de esa caída del consumo y de la producción industrial y en como afecta a las empresas no se verá en 2009, ese será el año de la adaptación. Las compañías que no sean capaces de acomodarse de modo ágil a este ecosistema tan difícil tendrán gravísimos problemas para sobrevivir durante el segundo trimestre de 2010, cuando empiecen a verificarse los estados contables sin posibilidad de maquillaje.