Economía, Personal Marc Vidal Economía, Personal Marc Vidal

'Economía de Bolsillo' S1:E2, 'Contratos'.

El sábado pasado se emitió el primero de los 13 episodios del programa que presento en TVE, ‘Economía de Bolsillo’. Fueron 25 minutos tratando un tema de economía tradicional con alguna píldora de economía digital. En ese caso el tema central fue el de las ‘hipotecas’. Emitir en ‘La 2’ a las seis de la tarde el día de Sant Jordi, del libro, con partidos de fútbol importantes y un buen tiempo para pasear no parece el mejor escenario para estrenar un programa de televisión, pero sin embargo las cifras de ‘share’ fueron satisfactorias para la media del canal por lo que sólo puedo que estar agradecido a los casi 300.000 televidentes que vieron el programa.

El sábado pasado se emitió el primero de los 13 episodios del programa que presento en TVE, ‘Economía de Bolsillo’. Fueron 25 minutos tratando un tema de economía tradicional con alguna píldora de economía digital. En ese caso el tema central fue el de las ‘hipotecas’. Emitir en ‘La 2’ a las seis de la tarde el día de Sant Jordi, del libro, con partidos de fútbol importantes y un buen tiempo para pasear no parece el mejor escenario para estrenar un programa de televisión, pero sin embargo las cifras de ‘share’ fueron satisfactorias para la media del canal por lo que sólo puedo que estar agradecido a los casi 300.000 televidentes que vieron el programa.

Uno de los fragmentos que más gustó y que explica bien lo que busca el espacio es el que explica el concepto del ‘Euribor’ utilizando una caja de tomates y filmado en una frutería. Pero si tuviéramos de hablar de algo parecido al 'minuto de oro' ese fue duda el que se llevó la mayoría de felicitaciones e interés fue la entrevista al ex presidente de Triodos Bank, Joan Antoni Melé, que puso sobre la mesa lo irracional de desahuciar a casi 600.000 familias mientras continúan habiendo más de 3 millones de pisos vacíos en España.

El resto del programa, que se puede ver en la ‘Televisión a la Carta’ en la web de TVE, es un cúmulo rápido de situaciones cinematográficas, metáforas, juegos e interacción con personas en la calle, que definen bien como serán todo el resto de episodios.

Mañana sábado, a las 6 de la tarde en ‘La 2’ de TVE, trataremos el concepto económico de los ‘Contratos’. Analizamos de manera sencilla y entendedora la diferencia entre estar asalariado o ser autónomo. Qué debes entender a la hora de firmar un contrato laboral, que pasos hay que seguir para ser autónomo, como es un departamento de recursos humanos, que empleos extraños hay en el mundo o cómo ir a una especie de ‘coach/psicólogo’ si eres autónomo y te sientes derrotado.

Hay humor, deporte, ajedrez, entrevistas y un consultorio con una gestora muy especial. Si quieres verme ‘practicando’ remo, paseando patos, controlando el crecimiento del césped, perdiendo la reina en una partida de ajedrez o haciendo aparecer con una palmada un congreso internacional de repente, no te pierdas el programa de mañana de ‘Economía de Bolsillo’.

Leer más
Marc Vidal Marc Vidal

ENORME SUBIDA DE IMPUESTOS

En mi columna de hoy en El Confidencial analizo la repercusión que puede tener para cada uno de nosotros el aumento de la deuda pública. Una deuda que se estructura por ejemplo para asumir el FROB.

Leer más
Marc Vidal Marc Vidal

LA LEY DEL PÉNDULO

Sé que hay temas sobre la mesa que deberíamos tratar con urgencia, pero lo urgente y lo que no lo es empieza a diluirse. Las soluciones milagrosas no existen y las reformas estructurales parecen más una cancioncilla rancia que una posibilidad. De quimeras y de perfidias se ha escrito mucho pero nada parece creíble. Nos queda seguir analizando la evolución que va tomando la realidad y traducir la cara B de la realidad que otros nos explican. Por ejemplo, está claro que el año que viene aquí se crujirán vidas y deseos. Millones de sueños esparcidos por el suelo de centenares de sucursales bancarias permanecerán durante meses. Los tipos que peligrosamente se han mantenido en mínimos volverán a tomar vuelo. 

En un año y poco más el precio del dinero europeo puede llegar a tasas del 3 o el 4 %. Esta madrugada tiré de transfer de acceso al Nikkei 300 y pude observar como hay apuestas evidentes de que el cambio de acción por divisa empieza a otorgar a futuros un valor al euro que no tenía hasta hace unos meses. Justo ahora que el dólar se aprecia frente a la moneda europea, resulta que el corro que debate en Tokio las monedas más interesantes advierte del inminente negocio que puede ser comprar divisa europea. Mal asunto para los españolitos endeudados hasta las encías.

Obviamente, cuando se precise retirar estímulos en América y en Europa la barra libre dará por finiquitado el asunto del dinero regalado. Está claro que esa subida no se formalizará porque estemos fuera de peligro o que la crisis esté en vías de solución. Eso es lo que nos dirán pero la verdad será mucho más siniestra puesto que tendrá un encaje real con el peligro de inflación descontrolada que supone tener tanta masa monetaria en el sistema. Además como el primer país en salir de la crisis en Europa será Francia y a continuación Alemania, estos condicionarán las decisiones en política monetaria de un modo trascendental.

Que España deje de estar en caída libre es una obligatoria reacción física. No es posible caer en barrena indefinidamente, lo que si puede pasar es que se llegue al estancamiento y la parada técnica de la economía. En ese caso alguno de los hechos que se avecinan no harán más que retrasar cualquier opción de salida. El problema sigue siendo que hablamos de “recuperación” como elemento esencial. La verdad es que no queda nada que “recuperar”, el modelo ha muerto y mientras nadie lo asuma no saldremos.

Los titulares reflejarán un “España deja de caer” haciendo referencia a las primeras tasas positivas del PIB en términos intertrimestrales, o un “España modera su caída” intentando minimizar el hecho de que tras caer un 4% seguimos cayendo pero solo un 1%. Es decir, que a medida que el estancamiento se generalice en todos los sectores la caída se aligerará pero no por ello generaremos empleo. España no alcanzará de nuevo la tasa de crecimiento potencial del PIB generadora de empleo neto significativo hasta 2013 o 2014. En 2010, la tasa de paro seguirá deteriorándose, particularmente durante el primer trimestre, con tasas cercanas al 22% oficial  (26% real) a finales de año. Como le encanta decir al ministro de trabajo, en este contexto, habrá un incremento de la economía sumergida, especialmente entre el colectivo de inmigrantes desempleados, con los consiguientes "efectos negativos" en la seguridad laboral, la recaudación fiscal y la igualdad competitiva. 

Sabemos que Trichet no tiene intención de retrasar la subida de tipos si ésta se hace imprescindible. No esperará la "recuperación" española. Lo hará en breve porque la política monetaria del BCE está diseñada para toda la eurozona y no para un país en concreto. A medida que esto sea una evidencia se pedirá a los gobiernos con más problemas que adopten medidas fiscales, que vigilen la evolución salarial y que realicen reformas estructurales para no resultar perjudicados por las decisiones del BCE. Obviamente en España nos daremos de bruces con todo ello pues aquí nadie parece creerse que eso pueda pasar. Algo parecido a cuando se pensó que aquí los pisos nunca bajarían pues éramos una isla económica fuera de toda lógica global.

España, Portugal, Grecia e Irlanda van a comprobar que es eso de tener un sistema bancario dependiente. Europa no tiene intención de darse una “segunda oportunidad”. El sistema financiero europeo y la política económica del continente sabe que hemos paseado por la cuerda floja y no había protección ahí abajo. Todo se ha aparentado. Parece que las soluciones han calado y que la enorme burbuja de deuda provocada por los rescates públicos pueden haber surtido efecto. Considero que no es así pero en todo caso habrá unos que lo llevarán mejor que otros. Europa no tiene más opciones. Unos pocos saben exactamente lo que ha pasado y otros siguen presidiendo la nada.

La mayor crisis desde el siglo XVIII se ha fulminado inventando dinero. Evitar la gran depresión que se avecinaba ha sido simple. Parece que no ha pasado nada. Todo consistía en meter dinero y dinero en una bolsa electrónica y en un Power Point. Parece poco creíble, ¿Verdad? Pues puede ser tal y como lo leéis. Seguramente, y cada vez estoy más convencido, unos cuantos van a vivir de gorra a expensas del trabajo y el sacrificio de otros y esta vez no estamos en el grupo de los que pillan fondos externos. Ahora algunos países van a cobrarse en tipos lo que nos dejaron y no supimos utilizar adecuadamente. Es la ley del péndulo.

Leer más
Marc Vidal Marc Vidal

¿15 AÑOS BAJANDO?

Hoy en mi columna de El Confidencial analizo las verdaderas repercusiones de la caída del precio de la vivienda. Para ello me fijo en el proceso que vivió Japón atendiendo que poco tenemos que ver con el Imperio del Sol Naciente. A partir de esa comparación denuncio las repercusiones que tiene no haber dispuesto un recambio económico. Lo peor no es que no se tuviera en cuenta, sino que aun no hay ningún elemento que nos pueda aportar algo de luz en este túnel. El término “recuperación” económica conlleva la idea de “recuperar” algo como si el modelo de crecimiento que recientemente se ha venido abajo tuviera algún factor positivo. No hemos aprendido nada.

Leer más
Marc Vidal Marc Vidal

MAQUILLAJE, DEFICIT Y DEUDA

Como sabéis colaboro con varios medios económicos. Este mes he iniciado una nueva en Euribor. Cada primer lunes de mes intentaré analizar de modo técnico algunos aspectos de la economía y de los mercados. Hoy os copio aquí el primero de este año pues ha generado más de 200 comentarios y seguirlo allí sería dificil. En este primero intento descifrar la metodología del gobierno para manipular algunos datos económicos, en este caso hablo de como lo hace con el déficit y con la deuda pública. Espero que os parezca didáctico. Leedlo a continuación.

Hay quien certifica oficialmente que la deuda pública francesa es muy superior a la española. Al parecer la gala se situó en el 75,8% del PIB y en España no se supera el 66%. A partir de ahí se desencadena la locura. En plena euforia, el Secretario de Estado español en materia de hacienda aseguró que, de momento, el déficit de nuestro país no alcanza el 7%. Pues si lo primero es un cuento para niños malos, lo segundo es una broma de mal gusto. Vayamos por partes y analicemos cómo se puede maquillar hasta la mona más fea.

Primero debemos asumir que el concepto déficit es muy restrictivo y no responde a la diferencia exacta entre gastos e ingresos del Estado. Hay muchísimos consumos públicos que no van a déficit sino a deuda. Algo que no pasa en Francia por ejemplo y que permite entender como en un mismo espacio económico europeo hay diferentes agentes de análisis que no ayudan mucho a comparar adecuadamente las cifras. Por eso debemos entrar de lleno en este modelo que ofrece una gran complejidad para establecer el gasto total del Estado. Eso es algo imprescindible a fin de establecer con exactitud cual es la verdadera diferencia entre lo que se gasta y lo que se ingresa. De momento sólo podemos guiarnos por los datos publicados el 24 de noviembre sobre la deuda contraída hasta la fecha por el conjunto de las administraciones públicas. Sabemos que hasta esa fecha el endeudamiento neto ya ascendía a casi 110.000 millones de euros, a los que se deberán sumar los de diciembre para tener un dato anual cercano a la realidad. Teniendo en cuenta que en el último tramo del año el Estado es cuando más gasta y menos ingresa, el cómputo neto final de deuda adquirida rondará los 130.000 millones, ligeramente superior al 13% aproximadamente.

Pero aun hay más. Si el tema se quedara en esto, aunque grave, no sería nada irremediable, no estaríamos en un espacio de no retorno. El problema se torna muy feo cuando aplicamos otros elementos que son determinantes. Las casi 5000 empresas públicas municipales y autonómicas, donde el déficit se esconde sin pudor, representan un agujero negro en la contabilidad del Estado. En este punto exacto suelo recibir acusaciones de no comparar interesadamente nuestro déficit o deuda con la de otros países de nuestro entorno. A veces hay quien asegura que estamos mucho mejor que potencias como Francia o Alemania en ese tema.

No es cierto que estemos mejor. Para saber el grado exacto de deterioro debemos atender a un factor que no se repite en esos países. Las empresas públicas que se montan para acometer obras y gastos que no pueden asumir por el tope de endeudamiento permitido por la ley, representan un incierto destino de las obligaciones totales. Como detalle decir, además, que la mayoría de esas empresas públicas no lo son formalmente pues están compuestas por 3 o más organismos diferentes y ninguno de ellos poseen más del 50% de las mismas, lo que las convierte en híbridos públicos no sujetos al control de auditorias automáticas.

¿Por qué son un boquete contable esas empresas? Muy fácil. Los ayuntamientos tienen un tope de deuda de riesgo. Si necesitan más dinero (años electorales) en forma de más crédito montan una empresa de estas y adquieren la deuda a partir de esa plataforma de nuevo cuño. Como sólo requieren una carta de intenciones de que la administración en cuestión piensa apoyar a la empresa la obtención es sencilla. Apoyándose en la ejecución de presupuestos el banco tiene suficiente. No se precisan avales la mayoría de las veces.

Sabemos que la deuda es mucho mayor de lo que parece. El control que se puede ejercer sobre esas empresas públicas se diluye en la infinidad de mecanismos derivados que los soportan al no ser organismos estructuralmente simples. Intuimos que el déficit es mucho mayor. Sospechamos que la deuda total es mucho más grande por un detalle que no se nos puede escapar. En la deuda pública no entran las obligaciones comerciales, es decir, las facturas que debieran afectar esa deuda, no están en el balance contable del debe a cuenta. Tampoco están las obras públicas puesto que sólo se certifica que ya se han hecho poco más. Como estos no son documentos financieros, la deuda no aumenta. Documentos financieros son los bonos, los créditos sindicados y las disposiciones presupuestarias aplicadas.

Otro detalle que complica más la credibilidad del modelo de ajuste de la deuda en España está  ubicado en los tiempos de cobro. Aquí se está pagando mucho más tarde las facturas que en otros países. En la administración española muchas facturas permanecen meses en una especie de limbo financiero pues no se declaran como pendientes de pago. Se almacenan en cajones y oficialmente se retrasa la incorporación en la deuda que el interventor puede interpretar. En ese elemento de pago pendiente está la trampa. Mientras que en Francia, por ejemplo, el período de pago público no supera los 24 días en casi ningún caso, aquí la media de cobro en la administración local ya supera los 180 días. Son obligaciones de deuda que se borran del sistema mientras no se incorporan a los resúmenes de remesas a pagos. Es incalculable la cantidad de déficit que puede estar oculto en ese territorio perverso. Lo sabremos durante este año 2010 y durante el que viene cuando las arterias del sistema público sufran colapsos en el pago generalizados.

Con respecto a la metodología del análisis, habitualmente se niega que el gasto público esté desbocado y que se esconda algo en las cifras publicadas puesto que, aseguran las fuentes oficiales, el gasto público asignado a endeudamiento creciente acaba en el capítulo 6 del presupuesto. Eso no sólo no es cierto, es imposible. El modelo de aplicación sobre el presupuesto en materia de deuda, si ésta es inversión puede acabar en ese capítulo, pero en este caso no es así puesto que el Plan E y los paquetes de estímulo que han disparado el déficit no se han dispuesto como inversión. Si se revisa adecuadamente la Ley de Presupuestos de 2009 e incluso la de 2010 se puede identificar que esa inversión no aparece como tal y no se identifica como estructura de déficit ya que no se asigna sobre gasto pendiente sino sobre otras partidas finalistas por designar en cada administración derivada.

No niego que las cosas puedan mejorar algo este año pero si las tasas ofrecidas por los editores públicos siguen manipulando la realidad de este modo la credibilidad de esa bonanza venidera es mínima. De momento, por si acaso, cuando nos merendemos según que cifras, hagámoslo con cuidado, pueden estar envenenadas en el mejor de los casos. 

¡Ah! Se me   olvidaba, Merry Crisis and a Happy New Fear!!

Leer más