La startup acelerada en Conector, PopPlaces, se fusiona con el líder europeo Go-PopUp.
Hace algún tiempo invertí junto a gente como Carlos Blanco o Elena Gómez de Pozuelo en la startup disruptiva PopPlaces. Se trataba de un proyecto que quería convertirse en un marketplace de referencia en el alquiler de espacios comerciales por días al puro estilo de las conocidas ‘pop-up stores’. A lo largo de este tiempo han validado su modelo de negocio, han logrado crecer de un modo espectacular y, de la mano de un equipo liderado por Karen Prats, se han situado como líderes en el mercado español.
Hace algún tiempo invertí junto a gente como Carlos Blanco o Elena Gómez de Pozuelo en la startup disruptiva PopPlaces. Se trataba de un proyecto que quería convertirse en un marketplace de referencia en el alquiler de espacios comerciales por días al puro estilo de las conocidas ‘pop-up stores’. A lo largo de este tiempo han validado su modelo de negocio, han logrado crecer de un modo espectacular y, de la mano de un equipo liderado por Karen Prats, se han situado como líderes en el mercado español.
Ahora PopPlaces da un salto muy importante. Su fusión internacional con la empresa líder en Europa del sector, la alemana Go-PopUp, sitúa a esta startup catalana en una inmejorable posición para lograr con éxito su primera ronda de financiación Series A y atacar el mercado asiático donde consideran hay un mercado enorme liderado por miembros de la alianza Smart Retail Hub a la que pertenece PopPlaces ahora ya rebautizada Go-PopUp.
La buena noticia es que Go—PopUp, con sede en Berlín hasta ahora, trasladará sus operaciones a Barcelona, donde estará ubicada la nueva sede de la empresa. Actualmente, la plataforma cuenta con más de 5.000 ubicaciones en toda Europa y ha conseguido una financiación de 1,7M. Go—PopUp tiene acuerdos con varios grupos de centros comerciales como Gentalia, Carmilla, Klepierre, CBRE, Unibail-Rodamco y JLL, y ha trabajado con marcas y agencias relevantes como Ikea, Adidas, Jaguar y Ogilvy.
Es un placer ver crecer una startup que vi nacer y que desde el principio destacaba por su hoja de ruta clara de crecimiento. Apenas con tres años de vida, esta fusión cocinada durante 3 meses con el líder europeo que Go-PopUp que opera en Alemania, Austria y Holanda, convierte a esta startup en otro de los casos de éxito de nuestra aceleradora Conector. De allí han salido Glovo, Kompyte, Meller, HeyGo, SantaFixie, Singularu o Ursulitas entre otros.
REDES SOCIALES Y CONSTRUCCION
La verdad sea dicha, da gusto hablar de crisis y oportunidades en un salón dedicado a la construcción. La mayoría de los asistentes a la ponencia que he pronunciado sobre Redes Sociales en el mundo de los negocios y especialmente en el sector de la construcción durante la jornada de hoy en Construmat, eran empresarios, arquitectos, técnicos, etc., gente que hace ya mucho que vienen notando en su epidermis el frío de una mal llamada crisis financiera. Saben perfectamente que esto no es una crisis como otras, que no tiene que ver con los ciclos exclusivamente y que si quieren sobrevivir hay que atender a la larga cola y a los nuevos escenarios comerciales que se van abriendo. Las redes sociales como tal no son un espacio específico para vender más, poco tiene que ver con la gestión de marca y nada con el tener que estar. Es más complejo y más simple. Todos los que estáis leyendo esto ahora mismo sois miembros de esa amalgama imperfecta que conforman las redes sociales, infectadas de prosumidores y de conocimiento compartido, a veces, mal compartido. Lo curioso del día de hoy ha sido que nadie pronunciara el término maldito de web 2.0 y lo fueran sustituyendo por redes sociales como si fueran lo mismo o meros sinónimos. Son cosas distintas, es como sustituir el término central nuclear por el de medio ambiente, nada que ver aunque relacionados. Pues lo curioso de lo que he vivido hoy, es que la mayoría de los asistentes que se acercaron al finalizar el debate tenían clara esa diferencia, hasta el punto de que muchos han decidido no usar la web 2.0 por el mero hecho de usarla y, a cambio, han empezado una de las tareas que repercuten en el propio éxito de las redes sociales: crear comunidad a partir de los intereses creados, que no comunes. Os dejo la presentación que le he soltado en seco y sin protección.
La verdad sea dicha, da gusto hablar de crisis y oportunidades en un salón dedicado a la construcción. Todos se sienten aludidos. Lejos queda ya aquella mítica ponencia que pronuncié hace 4 años en un salón inmobiliario mediterráneo en Málaga donde casi tienen que sacarme escoltado tras decir que "todos los que estaban allí vivirían penurias en menos de dos años, serían fabricantes de parados y que, la mayoría de ellos, no todos, se merecían el calvario que estaban a punto de vivir". Ahora bien, otra cosa son los que forman el sector de la construcción en general. Son gente que han vivido la bonanza y ahora buscan como sobrevivir ante la desidia de los que les contrataban hasta hace poco a cualquier precio. La mayoría de los asistentes a la ponencia que he pronunciado sobre Redes Sociales en el mundo de los negocios y especialmente en el sector de la construcción durante la jornada de hoy en Construmat, eran empresarios, arquitectos, técnicos, etc., gente que hace ya mucho que vienen notando en su epidermis el frío de una mal llamada crisis financiera. Saben perfectamente que esto no es una crisis como otras, que no tiene que ver con los ciclos exclusivamente y que si quieren sobrevivir hay que atender a la larga cola, a la imaginación, a la capacidad, a la innovación, a la suma de esfuerzos, a las sinergias y a los nuevos escenarios comerciales que se van abriendo.
Las redes sociales como tal no son un espacio específico para vender más, poco tiene que ver con la gestión de marca y nada con el tener que estar. Todos los que estáis leyendo esto ahora mismo sois miembros de esa amalgama imperfecta que conforman las redes sociales, infectadas de prosumidores y de conocimiento compartido, a veces, mal compartido, pero muchos de vosotros no tenéis el más minimo interés por la web 2.0. Lo curioso del día de hoy ha sido que nadie pronunciara el término maldito de web 2.0 y lo fueran sustituyendo por redes sociales como si fueran lo mismo o meros sinónimos. Son cosas distintas, es como sustituir el término central nuclear por el de medio ambiente, nada que ver aunque relacionados. Lo interesante de lo que he vivido hoy, es que la mayoría de los asistentes que se acercaron al finalizar el debate tenían clara esa diferencia, hasta el punto de que muchos han decidido no usar la web 2.0 por el mero hecho de usarla y, a cambio, han empezado una de las tareas que repercuten en el propio éxito de las redes sociales: crear comunidad a partir de los intereses creados, que no comunes. Por cierto, para navegantes, crear comunidad empresarial no es vivir todo el día explicando tus miserías en el twitter, es mucho más complejo. Os dejo la presentación que le he soltado en seco y sin protección.