Marc Vidal Marc Vidal

La relación entre crisis, innovación y tecnología.

Entre las economías más innovadoras del mundo no está España. Tampoco ningún país latinoamericano. La revista económica Bloomberg presentó recientemente su clasificación anual sobre las economías más innovadoras del planeta, que en esta ocasión encabeza Alemania tras adelantar a Corea del Sur. Este video explica en qué consiste el indice de complejidad económica y como incide en que unos países salgan antes y mejor de las crisis y otros no.

Entre las economías más innovadoras del mundo no está España. Tampoco ningún país latinoamericano. La revista económica Bloomberg presentó recientemente su clasificación anual sobre las economías más innovadoras del planeta, que en esta ocasión encabeza Alemania tras adelantar a Corea del Sur. Este video explica en qué consiste el indice de complejidad económica y como incide en que unos países salgan antes y mejor de las crisis y otros no.

También explica como afrontar el reto de hacer más innovadora una economía abrazando la tecnología. Recuerda que si dejas eres uno de los ganadores del concurso que se listan al final del video por ser subscriptor y haber dejado un comentario en el anterior tienes uno de 10 libros de 'La Era de la Humanidad' dedicado.

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El cambio de modelo económico no depende sólo del gobierno. También es asunto tuyo.

Cuando ponemos en análisis quién y cómo se debe iniciar el cambio de modelo de crecimiento económico de un país como el nuestro, normalmente apelamos a directrices políticas que no se llevan a cabo y que sí se deberían de tener en cuenta. Lo comparamos con otros países del entorno para comprobar hasta que punto no estamos en la senda correcta. Aunque no debemos abandonar los requerimientos a quienes tienen funciones políticas para facilitar los negocios, modificar el modelo productivo y hacerlo más competitivo, hay una gran parte de responsabilidad del asunto en la otra parte, la de las empresas y, por derivación, de sus empresarios, directivos y trabajadores.

En el World Economic Forum se debatió acerca de la responsabilidad de los gobiernos en la adopción correcta de la era de los robots y la inteligencia artificial que vivimos. Cuando ponemos en análisis quién debe pulsar el botón del cambio de modelo de crecimiento económico de un país, normalmente apelamos a directrices políticas que no se llevan a cabo. Lo comparamos con otros países del entorno para comprobar hasta que punto no estamos en la senda correcta. Aunque no debemos abandonar los requerimientos a quienes tienen funciones políticas para facilitar los negocios, modificar el modelo productivo y hacerlo más competitivo, hay una gran parte de responsabilidad del asunto en la otra parte, la de las empresas y, por derivación, de sus empresarios, directivos y trabajadores. 

Nos pasamos el día analizando el grado de competitividad pero no las competencias. Siete de cada diez empresarios y directivos reconocen que no entienden suficientemente el negocio digital. En un buen informe sobre este asunto de Kantar, se desprende que más del 75% de los directivos de empresa españoles declaran que en su empresa no se recibe formación de forma periódica ni se sienten completamente al día. Esto es realmente grave y es algo que compruebo habitualmente. No se trata de programas formativos complejos, hablamos de poner en valor y conocimiento el momento que vivimos, como afrontarlo y, especialmente, obtener las herramientas y la formación necesaria para liderar una revolución económica e industrial que, nos guste o no, viene a una velocidad constante y sin intención de detenerse.

Desde hace más de una década, una de mis ocupaciones principales es formar directivos y cuadros medios en empresas de muchos lugares del mundo. Una relación empresarial que nació de la necesidad de bajar un escalón cuando cualquier compañía me pedía iniciar un proceso de transformación más complejo. Hace mucho que tengo claro que no hay posibilidad de transformación digital, industrial o tecnológica, generar nuevos modelos de negocio o mejorar procesos, sin una fase de formación previa, un modelo formativo que he desarrollado con especial cuidado y que está siendo muy bien recibido por un buen número de empresas más de muchos lugares distintos.

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Es algo que no debe esperar. El tiempo es importante y empezar antes que otros puede ser trascendental. Tengamos en cuenta, según otro gran estudio recientemente publicado por The Power MBA, que el 65% de las empresas tienen previsto realizar una inversión media o fuerte en formación en materia digital en los próximos 2 años. Básicamente porque solo un 16% de las empresas en los principales sectores de economía tienen un Índice de Competencia Digital alto. Piensa que si tu competencia tiene previsto ponerse al día, el espacio y tiempo para enfrentarte a lo que viene se reduce notablemente.

Entrando en detalle sobre los puntos en los que la mayoría de directivos no tienen claro temas elementales de la economía digital podemos ver que el 70% de los responsables que fueron consultados admitieron que no sabrían identificar la diferencia entre los modelos de negocio lineales y los modelos en los que se basan los 'ecommerces', 'marketplaces', aplicaciones o plataformas digitales como pueden ser Airbnb, Amazon o Cabify. Sólo ven negocios, el ADN de los mismos y el factor relevante de colocar al cliente en el centro de la cadena de valor no es fácil de identificar para 2 de cada 3 directivos.

Uno de los temas que más trato en esos Workshops o talleres que comentaba antes, es precisamente el de metodologías de trabajo. Es curioso como el análisis señala que el 82% de los profesionales tienen falta de conocimiento de las materias esenciales de transformación digital, como la estrategia, métodos como el ‘Design Thinking’ o ‘'metodologías Agile’. Es evidente que en el campo del ‘cómo’ nos queda mucho por avanzar, incluso antes del ‘qué’ y el ‘para quién’ incluso.

Leyendo este tipo de estudios, acabamos reflexionando sobre si realmente estamos preparados para aprovechar las enormes oportunidades que nos brinda a todos la nueva economía y para competir con éxito en el mundo laboral actual. Solemos exigir a gobiernos y estructuras económicas que se encarguen de plantear el futuro con estrategias políticas que acomoden la transición hacia un nuevo modelo, pero nos olvidamos muchas veces que ese gobierno de turno y sus estructuras no son más que el reflejo de quienes los hemos puesto ahí. Si hacen poco tal vez es porque no revisamos si a quienes ponemos saben de lo que va a ser necesario saber en el futuro inmediato.

Si las empresas no se suman a la revolución tecnológica se hace incomprensible una exigencia política al mismo nivel. Lo ideal, obviamente, está en que los gobiernos faciliten esa transición, estimulen esos cambios y mejoren las expectativas. Tarea, repito, de gobernantes pero especialmente de empresarios, directivos y trabajadores de cualquier industria. Esto ya no va de ‘esperar a la jubilación’, va de aprender a no jubilarse. Otro día lo explico.

Acabaré listando las 40 competencias que a día de hoy debemos analizar si en nuestra empresa se están atendiendo formativamente o no. Si la respuesta es negativa, no dudes en consultarme a mi equipo o a mi directamente las opciones de ayudaros. Son muchas las empresas que ahora mismo lo hacen de manera continua y dinámica. Pregúntate si tienes en marcha, sabes que es y en que consiste alguna de las siguientes herramientas, conceptos o modelos de gestión. Si tu respuesta es de más de 10 veces ‘no’, es importante que te pongas en marcha. Haz la prueba:

  1. Plan Marketing Digital: Tener un plan de marketing digital
  2. Captación: Desarrollar estrategias de captación de clientes a través de medios digitales
  3. Fidelización: Desarrollar estrategias de fidelización de clientes a través de medios digitales
  4. Inbound marketing: Definir una estrategia de captación y cualificación de leads
  5. RRSS: Crear y gestionar comunidad de clientes en redes sociales
  6. Mobile App: Crear y gestionar aplicaciones de dispositivos móviles para comunicarse y relacionarse mejor con los clientes
  7. CRM: Tener una estrategia y tecnología específica para gestionar las relaciones con los clients
  8. Geolocalización: Aprovechar las tecnología de localización para realizar comunicaciones oportunas, personalizadas y relevantes
  9. Estrategia e-­‐commerce: Tener un plan estratégico de comercio electrónico multicanal
  10. Multicanalidad: Aprovechar tecnologías digitales dentro del punto de venta (Beacon, NFC, códigos QR,…)
  11. Social Commerce: Integración de las redes sociales en el proceso de venta online
  12. Medios de pago: facilitar al máximo el pago mediante diferentes medios de pago online.
  13. Digital Logistic: Digitalización de la gestión del suministro y la logística
  14. e-­‐care: Integrar tecnologías y procesos de atención al cliente en el proceso de compra
  15. e-­‐Sales: Digitalización de la gestión de la red comercial
  16. Incorporación y adecuación de la tienda online en el móvil (mobile web, app,…)
  17. Atención al Cliente: Disponer de estrategia y canales de Atención al Cliente a través de medios sociales y digitales
  18. Monitorización Customer Experience: Diagnosticar y monitorizar la experiencia de todo el ciclo de vida del cliente
  19. Customer Experience Plan: Implementar un Plan de Customer Experience transversal en todos los momentos de la verdad del cliente
  20. Protocolos de Información: Clasificar y organizar la información de forma accesible y con diferentes niveles de acceso (permisos) para  favorecer su localización en todo momento
  21. Gestión de Proyectos Colaborativos: Uso de aplicaciones y soluciones en nube de gestión de proyectos
  22. Virtualización del trabajo: Trabajar con equipos de manera remota y de manera colaborativa a través de medios digitales
  23. Recruitment: Buscar perfiles profesionales a través de herramientas en red
  24. Industria 4.0: aprovechar las tecnologías de conectividad en toda la cadena de valor para lograr más eficiencia
  25. Convertir productos en servicios: incorporar “Internet de las cosas” (IoT) y Tecnología Wearable para convertir o dotar a los productos  en servicios de valor añadido.
  26. Realidad Virtual: explorar oportunidades de mejora de experiencia y de nuevos modelos de negocio a través de la Realidad virtual.
  27. Blog Corporativo: Crear, mantener y divulgar un Blog Corporativo
  28. Branded Content: Crear y difundir contenido de la marca
  29. Plan de Comunicación Digital: Definir estrategia de comunicación digital con los medios digitales más relevantes y afines a su marca
  30. Monitorización: Escuchar y monitorizar la reputación de la marca y de la competencia en redes sociales
  31. SEM: Contar con una planificación y medición eficaz de publicidad en buscadores (SEM)
  32. Medios digitales: Contar con una planificación y medición eficaz de publicidad en medios digitales
  33. Redes sociales: Contar con una planificación y medición eficaz de publicidad en las principales redes sociales
  34. Nuevos formatos publicitarios: Innovar y testar nuevas formas de publicidad y planificación.
  35. Usabilidad: Elaborar un diseño web orientado al usuario para los diferentes dispositivos
  36. Analytics: Realizar un análisis adecuado de la actividad en los sites de mi empresa
  37. Posicionamiento: Lograr un buen posicionamiento para mis sites en internet en buscadores de forma orgánica y en los diferentes  dispositivos
  38. Tratamiento eficiente de los datos: Tener capacidad para obtener información relevante para la marca y procesar gran cantidad de  datos
  39. Explotación de los datos: Tener una estrategia y tecnología específica para explotar el conocimiento que la empresa tiene de los  clientes
  40. Estrategia de Innovación: Tener una estrategia empresarial y metodologías orientadas a fomentar la innovación digital

Estas son algunas, no todas. El orden y el modelo de conocimiento varía según empresa y sector. Sin embargo, sirve para darte cuenta del punto exacto en el que estás. Recuerda, cualquier revolución industrial exige de una revolución íntima.

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¿Que somos, leopardos o gacelas?

La diferencia entre un leopardo y una gacela es que el primero puede equivocarse una y otra vez, la segunda no. Por ejemplo, durante siglos la banca se ha equivocado en innumerables ocasiones, pero sin embargo no ha permitido que sus fieles lo hicieran. Unos son gacelas y otros leopardos en esta vida. Durante decenios el sagrado sistema financiero ha permitido sin que le temblara el pulso que miles de personas fueran embargadas por cometer un error en el mejor de los casos. En el peor, por no cometerlo.
¿Y si la relación que muestra la metáfora estuviera cambiando también? Acabo de llegar a USA. Este es un país donde el uso de la moneda de plástico es masivo y donde la deuda se genera para superponerse a un déficit personal anterior. Los ricos a crédito no son exclusivos de América, están por todas partes, especialmente florecieron en la España enladrillada. Muchos de estos individuos que estructuran su vida en base al pago a crédito, para abonar todo su consumo cotidiano en términios que ya se han convertido en un “retainer” a perpetuidad, son “expertos” financieros que consideran estar amortiguando sus gastos gracias al mal llamado “cómodos” plazos. Esos son las gacelas. Poco o nada pueden hacer con su destino. Lo deben.

¿Quienes están pues en condiciones de cometer errores? Los soñadores, los que apuestan a sabiendas que sin arriesgar no se innova. Yo reclamo el valor y derecho a ser un #dreamer y exijo mi derecho a equivocarme cada vez mejor. En definitiva los leopardos de la Nueva Economía deberían ser los emprendedores, especialmente, los que desarrollan proyectos digitales por su especial materia y menor fricción.

En definitiva, un emprendedor es un soñador, alguien que se pregunta todo y que se muestra crítico con aquello que le molesta, estorba o despista, pues se juega el patrimonio, la vida y el futuro. Es muy distinto ver lo que va mal cuando te afecta de verdad a cuando le afecta a otros.

Por eso, cuando se impone el terror al fracaso lo que realmente se logra es asfixiar la vitalidad  económica. La gestión del fracaso en España y en Europa en general es contraria al estímulo empresarial. No se valora como factor de aprendizaje sino todo lo contrario, no se entiende que tras un error hay un aprendizaje. Nuestra sociedad está acomplejada, mínima, incapaz de enfrentarse a ese miedo a fracasar, la cantidad de gente que emprende es menor que en otros países y en gran medida está provocado por ese siniestro círculo cerrado. Cuanto menos intentos menos éxitos, cuanto menos éxitos menos innovación, cuanto menos innovación menos competitividad. Es una regla que asusta de lo simple que es y que conduce a la parálisis.

Hay millones de personas que no ven los goles de la vida porque tienen miedo o por mantenerse seguros en la “zona de confort”. Pero oyen el rugido del público e interpretan que ha habido un gol. El modelo social en el que vivimos intenta con todas sus fuerzas a que vivamos de espaldas a lo que sucede y muchos se resignan y se toman su tazón de cloroformo matinal para no sentirse mal. Es gente que en muchas ocasiones saben mucho, leen mucho, escuchan mucho y seguramente conocen tantas cosas que podrían llamarse “sabios”. Se puede ser sabio pero a la vez se puede no estar viviendo.

Ya no sólo es cuestión de cambiar modelos de crecimiento, de impulsar políticas activas, de renovar acciones complementarias, de estimular la emprendeduría, de mejorar las tasas tributarias o de impulsar la exportación y la internacionalización, ni siquiera es tema de tecnología sólo o de entender los tiempos que corren. Lo que realmente toca es un cambio de actitud, un gesto global y entendible, la composición de un sueño colectivo que sea capaz de disolver en la nada tanta pesadumbre y tristeza. Es la hora de los soñadores, de los valientes, de los que ven en cada dificultad una aventura y en cada ruina una lección.

Es la hora de los que saben que no son gacelas, que como los leopardos pueden cometer errores y volverlo a intentar. Si vas a intentarlo y temes equivocarte, no te preocupes, hay muchas opciones de que así sea. Luego te queda el resto de tu vida para poner en práctica todo lo que hayas aprendido.

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"Descompetitivos"

Leyendo el informe Ranking Mundial de Competitividad 2013e del International Institute for Management Development se descubre que lo previsible al final se cumple. España el año pasado ocupaba el puesto 39 y ahora ya va por el 45. Hace 25 años estábamos el 26. En apenas una generación, la que se aguanta sobre la orgía de tochos con el que se ha consagrado un modelo económico que estalló, España se ha convertido en el país del mundo civilizado que mayor margen de competitividad ha perdido si exceptuamos alguno que entró en guerras o divisiones abruptas. Los años se van mal gastando y eon ellos una generación se pierde.
Para ser competitivo, como por ejemplo algunos de los principales protagonistas del informe como Estados Unidos o Suecia, es preciso diversificar la economía y vincular el modelo de crecimiento a las nuevas tecnologías. En España la industria española está en búsqueda y captura. La de mayor eficiencia es la ensambladora, dependiente de grandes corporaciones internacionales cuya transferencia en tecnología se la tenemos que pagar.  El turismo peligra si no modula su oferta, la distribución precisa de generar procesos de mayor contenido digital y una pyme que está sufriendo el abandono absoluto y el ataque indiscriminado de la administración.

El reto para lo competitividad no está en las palabras, está en los hechos. Cuando el discurso se llena de frases hechas sobre el apoyo a los emprendedores y de reuniones con foto final que permiten mantener el circo expectante unos meses más, entonces no vamos a ningún lugar. Yo sigo pensando que es mejor que un grupo de inversores privados se pongan en marcha para apoyar empresas tecnológicas a que un fondo de ayuda llegue algún día.

Cada vez es más evidente que hay que tener una hoja de ruta. No se puede mantener por más tiempo el plan a golpe de impresiones. Que no hay dinero es cierto, que no se puede prentender sacar todo esto adelante por arte de magia por supuesto, que se deberán quemar a los responsables indudable, pero ¿y si mientras tanto no lo complicamos todo más y apoyamos a los que se la están jugando cada día? ¿y si vamos tomando conciencia que los tiempos han cambiado y que parte de ese cambio supone incluso que los que dirigen acepten el reto? Estimular la Nueva Economía no es una pose, es algo más consustancial, mucho más intenso e incluso tiene que ver con la transparencia, creerse eso de “las redes” y aceptar que ya nada volverá a ser igual. El cambio en el modelo de crecimiento de un país pasa también por el cambio en el modelo de gobernarlo.

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