La mala idea de una tasa tecnológica para pagar las pensiones.
No dan una. Llevan tiempo dando tumbos a medida que la calle les exige una u otra cosa. Sea del signo que sea, el político medio español se rige por lo que se grita en las calles. A veces eso puede ser bueno, en otras puede obligar a tomar decisiones que seguro no tienen por donde cogerse. Y como hay que subir las pensiones para silenciar a un grupo importante de votantes, anestesiarlos con el cloroformo de las subidas a tiempo real, ya tenemos otro lío absurdo sobre la mesa que no se aguanta ni con cinta aislante.
No dan una. Llevan tiempo dando tumbos a medida que la calle les exige una u otra cosa. Sea del signo que sea, el político medio español se rige por lo que se grita en las calles. A veces eso puede ser bueno, en otras puede obligar a tomar decisiones que seguro no hay por dónde cogerlas. Y como hay que subir las pensiones para silenciar a un grupo importante de votantes, anestesiarlos con el cloroformo de las subidas en tiempo real, ya tenemos otro lío absurdo sobre la mesa que no se aguanta ni con cinta aislante.
Hace unos días el ministerio de todos, el de hacienda, propuso pagar parte de las pensiones a partir de un impuesto nuevo a las grandes tecnológicas. Cabe decir que no es nada original, esa propuesta ya la tienen algunos países europeos en marcha. Si esta es la gran idea de cómo garantizar la subida de pensiones cada año en base a la indexación con el IPC, la cosa pinta mal. Compren butacas en primera fila para la rueda de prensa en la que se nos comunique que ‘no ha salido como esperábamos’ y además ‘no sabemos por qué no creamos empleo’. Esto último muy vinculado a que en cuanto se resfríe la economía ibérica vamos a pasarlas duras al no tener un modelo económico estructuralmente no cíclico y dependiente de servicios de escaso valor.
En este caso, el Ministerio de Economía español asegura que tiene prisa en poner en marcha un impuesto a las grandes empresas digitales que tenga efecto en 2019 y, de este modo, esta tasa ayude a financiar las pensiones desde ya mismo. La idea es retorcida. Busco el dinero que soy incapaz de obtener por mecanismos estructurales, se lo calzo a empresas a las que poco o nada les afectará, que a nadie molesta que se les exija más y pinto de color pastel la subida miserable del año que viene. De este modo nadie podrá decir que no ha habido subida aunque escasa y nadie podrá quejarse que esa subida venga de un impuesto que sólo afecta a multinacionales que ‘ya ganan suficiente’ y son el demonio.
Todo esto es de un maniqueísmo que asusta. Demuestra que estamos en manos de malabaristas del dato y, no nos engañemos, que los que pretenden sustituirles se diferencian sólo en el número a representar en la pista central. La cosa es que en Europa van del mismo palo. Excepto, claro está, alguna honrosa excepción como Irlanda, Holanda, Bélgica, Luxemburgo o Austria
La propuesta es la siguiente: imponer un impuesto del 3% sobre la facturación por ciertos servicios digitales de las empresas que facturen más de 7 millones de euros, cuenten con más de 100.000 usuarios o con más de 3.000 contratos en un Estado miembro. Algo mucho más amplio que lo que se contemplaba hasta ahora que suponía tasar a empresas que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE. De momento, no obstante, la ventaja que supone que Europa sea una especie de dinosaurio viejuno con una falta de agilidad imponente, permite que la cosa vaya para largo.
Y en eso que España quiere liderar el pelotón. Cuando se trata de proponer impuestos que serán avalados tarde o temprano por Europa quién no se apuntaría. El Gobierno español prevé introducir este tipo de tasa incluso antes de que haya acuerdo a nivel europeo como ya hicieron en el Reino Unido, Italia, Francia o Alemania. Cabe destacar que, excepto Italia, el resto de países compensan de manera importante esa carga con múltiples aspectos de estímulo de la economía tecnológica y que esas tasas suelen ir dirigidas no a pagar pensiones sino a dinamizar la transición del modelo de crecimiento del país. En Francia, parte de esa tasa paga el presupuesto destinado a la modernización industrial del país. De hecho sirve para que Francia destine 23 veces más que España a la Industria 4.0 y no a lastrar la economía. En Alemania tres cuartos de lo mismo y en Reino Unido la 'tasa-tech' no es comparable a esto.
Aquí lo venderán como que España se suma al grupo de principales países que ya tiene estas nuevas figuras. Se dirá que en el contexto del debate que están teniendo, incorporar a nuestra legislación nacional figuras como esta de la tasa tecnológica para pagar pensiones, es una gran idea. De verdad que asusta el grado de simpleza y el cómo nos deben ver para trasladar esas decisiones al arco informativo. Tengo la sensación de que en España habrá dos tasas al final. La propia, esta que ahora quieren imponer, y luego la europea. Al tiempo.
Pero si todo esto ya tiene un punto trágico, lo bueno viene con los cálculos. El ministro de Hacienda dijo que esta ‘nueva fiscalidad’ se llevará al Pacto de Toledo y ayudará a financiar la subida de las pensiones que tendrá un coste de 1.500 millones de euros para 2018 y 1.800 millones para 2019. Siempre y cuando España crezca por encima del 2,2 y el déficit actual no se incremente. Técnicamente me cuesta verlo. ¿Cómo piensan abordar los criterios para distribuir los beneficios de cada multinacional en cada país miembro como la horquilla en la que se permitirá establecer el recargo en el Impuesto sobre Sociedades nacional? Los propios técnicos de Hacienda dicen que 'tras todo este ruido y griterío solo se recaudarían como mucho 500 millones, muy lejos de los 1.600 que se necesitan para abordar la subida del año que viene'. No les va a salir y este modelo evidenciará lo complicado de indexar las pensiones al IPC. Ya verán.
En Irlanda se frotan las manos. Con lo fácil que es entender que una presión fiscal menor incentiva la inversión, la contratación, los beneficios que se pueden revertir en los trabajadores. En Irlanda el salario mínimo supera los 1.600 euros y las prestaciones sociales en la jubilación tienen múltiples fórmulas para que sean dignas. El coste de todo ello no se sujeta en la empresa sino en los ciudadanos que tienen una presión fiscal más alta que las empresas precisamente para no dañar las opciones de crecimiento del país vinculado a esa productividad y competitividad.
En pleno análisis de cómo debe ser nuestro modelo económico y cuál la estructura de crecimiento de un país como España, nos salen con esta. Es obvio que las grandes multinacionales no son las que sujetan ese cambio de modelo económico y no son el estandarte de una sociedad del conocimiento en cada país. Cierto, pero si son mecanismos de dinamización y modernidad de una economía. Así ha pasado en múltiples lugares del mundo. Estados Unidos, Singapore, Irlanda, Alemania, Suecia, etc. Imponer una tasa como esta no es grave en si misma pero si es un síntoma de cómo se entiende a este tipo de empresas y el modelo que representan. No se les da la importancia que tienen ni se ve el papel que juegan en una transición como la actual.
Los países que apuestan por el cambio de cultura económica no penalizan la tecnología ni sus motores. Los que están pensando en recaudar para acallar voces en la calle sí. Luego nos sorprendemos porque no nacen, crecen o se desarrollan grandes tecnológicas nacidas en Europa o, incluso, en España. Detrás de esta anécdota en forma de tasa se esconde una manera de pensar, de ver en la tecnología un asunto menor o paralelo en lugar de identificar el mecanismo de cambio que nuestra sociedad exige. Penalizar no ayudará y alejará el progreso que se le supone a la futura sociedad del conocimiento.
Seguramente la jubilación se parecerá mucho a la renta básica universal y ésta será abonada por un ejército de automatismos, 'softwares' y robots que trabajarán eficientemente para que eso suceda en gran medida. El problema es que eso no sucederá en todas partes ni del mismo modo. Los que penalicen el tránsito a ese lugar tasando las empresas que lideran los cambios socioeconómicos tardarán más o no llegarán. Los que premien, estimulen o faciliten que ese tipo de modelos económicos se puedan desarrollar adecuadamente, sí tendrán ese equilibrio entre sociedades envejecidas y pensiones tecnológicas.
Dos más dos cinco, menos uno seis
Agotador el tema de las cifras del paro. Si gastasen la misma energía en estimular la economía en lugar de utilizarla para manipular la aritmética, España sería miembro del G8 de pleno derecho. El dato del paro presentado el lunes nos dicen que es puro ‘vrote berde’. Que ahora si. No lo niego, pero lo dudo. Hay que relativizar o nos vamos a sentir muy mal cuando, por mucho que baje el paro, la gente siga teniendo (cada vez más) problemas para cenar cada noche. Si no se crean empresas no se crea empleo y eso, en España, no está pasando por mucho que las cifras de desempleo u ocupación sean las que sean.
El efecto que vivimos ahora es ya sucedió en otros momentos pero con menos virulencia. Tiene que ver con que mucha gente está desempleada pero sin prestación por desempleo. La han agotado o no tienen derecho porque sus empleos son esporádicos. Por lo tanto no se apuntan al paro y salen de las estadísticas del Ministerio del pseudoempleo. Tampoco aparecen muchos de ellos en la EPA, ¿cómo puede ser que estos que se han pasado al lado oscuro de las listas de trabajo no salgan en las de la EPA si la EPA refleja una encuesta de población activa? Resulta que desde hace un par de años, quien no tiene trabajo hace años, desiste y se ‘borra’ de la población activa. Pasa de desempleado a parado conceptualmente. Un desempleado es alguien que busca empleo, el término ‘parado’ es un insulto.
Sin tener en cuenta que el empleo que se está creando es tremendamente precario, ¿donde podemos ver datos fiables sobre quien trabaja y quien no en España? En teoría en el listado de afiliados a la Seguridad Social que no para de bajar. Y no sólo baja de manera brutal, es que además no para de hacerlo. Si la caída ha perdido intensidad es una simple respuesta a que cada vez queda menos masa crítica a la que dar de baja. Cada vez hay menos gente trabajando en España. Así de simple. Muchos ni se plantean trabajar, otros están se conducen en la economía sumergida como pueden, otros se fueron y muchos ni se sabe.
La verdad es que al ministerio no le queda tiempo para saber donde están. Gasta mucha energía en aconsejar como sablear a los pocos que pueden todavía pagar impuestos y en pintar en tonos pastel la mierda de datos macro que le llegan. Datos que son de pura pena. Ahora mismo hay 16,2 millones de afiliados. Hace dos años había 17,2 millones. El PP ha logrado evaporar un millón de afiliados a la seguridad social mientras que el paro descendía.
Pero aquí nadie se libra de liderar el esperpento de la ineficiencia y la desgana. En verano de 2007, cuando empezaba esto que le llaman crisis, había 19 millones y medio de personas afiliadas en la seguridad social española. Son 3,3 millones menos de trabajadores hoy. Supongo que a partir de ahora empezarán a (desconozco como) tocar las fórmulas matemáticas que dicen que dos más dos son cuatro y alcanzaremos la onírica cifra de que dos más dos son cinco pero que si le restas uno te da seis.
Permitidme una reflexión personal. Tengo a todos mis equipos de mis empresas cotizando a la seguridad social con contratos lo mejor que puedo ofrecer. Eliminé del cuadro de contrataciones el de tipo de ‘autónomo dependiente’ porque me parece injusto. Promuevo los contratos indefinidos porque creo que es razonable hacerlo con quien lleva tiempo en tu empresa dándolo todo. La verdadera reforma laboral debería de estimular ese tipo de contrato, no lo contrario como está haciendo ahora mismo visto lo visto. Como empresario no quería una Ley que facilitara el despido, sino que si eso era así, por lo menos que premiara el contrato de calidad.
Son magos o cínicos, al fin y al cabo el noventa por ciento de los asistentes a un congreso ‘ideológico’ de un partido político trabajan o en la administración pública o en el propio partido. Ejércitos engrasados para la tomadura de pelo cotidiana a la que asistimos, a la función siniestra de ver como pasa el tiempo y se pierde la oportunidad histórica de cambiar el modelo de crecimiento, de dar estímulos a la nueva economía, a generar empleo con políticas activas que reduzcan la presión fiscal y con cualquiera de estas cuarenta propuestas que varios emprendedores hemos listado. La mejor manera de crear empleo es creando empresas. Siempre fue así.
PARA CREAR EMPLEO HAY QUE CREAR EMPRESAS
1. Hacer de España un polo tecnológico: situar el tipo del impuesto de sociedades en un 10% para empresas tecnológicas que nazcan o vengan a nuestro país. En Irlanda, el tipo impositivo al 12,5% supuso una llegada importante de nuevas compañías y sedes corporativas de entidades en expansión hacia Europa: Google, Microsoft, Intel o eBay son algunas de las que han aterrizado en suelo irlandés. Recientemente, LinkedIn, Facebook y Zynga han decidido llevar su sede corporativa europea a Irlanda. España puede posicionarse como un hub tecnológico para las empresas de países emergentes que están llegando a Europa (Baidu, Alibaba, Tencent). Además, podemos ser sede corporativa para las firmas europeas que se expanden haca América Latina (Spotify, Ventee Privée, etcétera).
2. Creación del Chief Innovation Officer con rango de secretario de Estado y comunicación directa con Presidencia del Gobierno. Esta figura existe en otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Israel.
3. Buscar activamente las mejoras que permiten mejorar en las comparativas internacionales (Informe Doing Business del Banco Mundial, principalmente). En el último año España ha mejorado su posición en el informe del puesto 45 al 44. Sin embargo, ocupa el 133 en el apartado Starting a Business, lo que puede ser un freno para la llegada de emprendedores a nuestro país. Puede establecerse como meta gubernamental la mejora en 50 puestos en este apartado para los próximos tres años (el último año hubo una mejora de 15 posiciones). Y se puede pensar como objetivo a medio plazo la entrada en el top 10 de este ránking.
4. Potenciar la marca España como imagen de creación, innovación y emprendimiento. Fortalecer la imagen externa e interna de los emprendedores. Realizar campañas de publicidad que muestren este cambio en el posicionamiento de España. Mejorar la imagen del emprendedor en los medios de comunicación: fomentar la creación de un programa televisivo donde se valore su figura y se den oportunidades reales de financiación.
5. Considerar Internet como la palanca de crecimiento de la economía y cejar en los ataques. La Ley Sinde agiliza los procedimientos para cerrar páginas web. Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) actúa como juez y parte porque se financia con las multas que ella misma impone (más del doble que todas las demás agencias europeas semejantes juntas).
6. Fijar el mínimo de la cotización de la Seguridad Social de autónomos en 20 euros. En el Reino Unido el mínimo es de 10 libras al mes, que equivale a 12 euros. En España es de más de 200 euros mensuales, lo que supone una barrera a la entrada y un coste fijo no necesario para los emprendedores y autónomos. Bajando el importe mínimo se fomenta el desarrollo de un ecosistema de proveedores autónomos que puedan prestar sus servicios a las start up.
7. Devolución mensual del IVA a las start up. Una empresa recién nacida, con apenas recursos y sin clientes, tiene que dedicar el 18% de su escaso capital a financiar al Estado adelantando este pago que, con suerte, se devuelve un año después.
8. Facilitar la creación de planes de opciones con una tributación más favorable para el trabajador, que permita atraer el talento. Con nuestra legislación, un inversor paga el 21% de su plusvalía en un negocio, pero el empleado que gana dinero con un plan de opciones tiene que pagar el 47% de su beneficio.
9. Permitir que se detine en la Declaración de la Renta un porcentaje a emprendimiento. Crear una nueva casilla del 0,7% ayudaría a financiar las medidas planteadas y a promover un gran proyecto de emprendimiento público-privado.
10. Favorecer la fiscalidad de la financiación de business angels. Que se tribute como inversor personal en start up igual que los fondos de inversión, pudiendo descontar las inversiones fallidas de las plusvalías en las desinversiones con éxito, y una exención del pago de plusvalías cuando los beneficios de una venta se reinviertan en menos de doce meses en otras start up.
11. Establecer un tope en la indemnización por despido. Fijar un número máximo de meses. Se puede establecer un número de días por año trabajado hasta los dos años y un tope de un número de meses de indemnización.
12. Considerar la previa contratación de desempleados cuando se valoren los costes del despido. En relación con la medida anterior, se puede bonificar a los emprendedores que hayan contratado a personas en paro.
13. Facilitar los trámites de contratación de talento extranjero. Start Up Chile se ha propuesto la entrada de 1.000 emprendedores desde 2010 hasta 2014. Tras una selección de los proyectos, se les facilita un visado de un año para trabajar y reciben una subvención de 40.000 dólares. El coste total del proyecto es de 40 millones de dólares en cuatro años. Start Up Spain podría llevar a cabo un plan similar, con 50 millones de euros de presupuesto. Se podrían atraer 500 start up con subvenciones de 100.000 euros por proyecto. Se podría anular la fiscalidad de estas empresas durante los dos primeros años desde su creación, así como dar facilidades para que estos emprendedores obtengan sus correspondientes visados.
14. Mayor agilidad en la concesión de licencias para la apertura de locales. Una tramitación más sencilla, que agilice su concesión eliminaría la inseguridad jurídica que se genera con retrasos que pueden ser superiores a los quince meses.
15. Evitar la duplicación de esfuerzos entre las comunidades autónomas. Resulta imprescindible coordinar las acciones de modo unificado, de manera que no se dupliquen los recursos destinados a la generación y atracción de start up. En este sentido, la creación de una agencia al estilo de Start Up Chilefacilitaría la reducción de esfuerzos.
16. Potenciar una auténtica responsabilidad limitada de las sociedades. Las sociedades de responsabilidad limitada en España no existen salvo por el nombre. Hoy fracasar es el fin de la carrera profesional. Si va mal un negocio, no se puede montar otro. Las deudas con la Seguridad Social van contra todos los ingresos presentes y futuros.
17. Eliminar los requisitos de antigüedad a los proveedores de las administraciones públicas. Permitir que las administraciones puedan tener como proveedores a empresas de reciente creación, de modo que se sólo se tenga en cuenta la competitividad del producto.
18. Fijar como práctica de buen gobierno corporativo las compras a empresas nuevas (el 2% puede ser el umbral). Mostrar esta información como parte del Informe sobre Responsabilidad Social Corporativapodría incentivar a las compañías a llevar a cabo esta política de compras. Las del Ibex 35 podrían incluirla en sus informes anuales.
19. Permitir que los socios de una compañía sean autónomos con el 1% del capital de la entidad, en lugar del 25% actual. Hacer posible que la relación entre socios se regule libremente, como un contrato comercial, en lugar de mediante un contrato de empleo.
20. Promover la continuidad de la gestión de las nuevas empresas antes de su venta, para erradicar la cultura del pelotazo.
21. Potenciar la llegada de venture capital a nuestro país y también dentro de él. Los datos en torno a esta realidad son claros: el volumen de venture capital per cápita en nuestro país es inferior a un dólar. En Israel es 142 dólares; en Estados Unidos, de 70 dólares; en Suecia, de 45 dólares; y en Noruega, de 42 dólares. Para lograrlo, se podría potenciar el programa Invierte Economía Sostenible en el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), tomando como modelos los programas Yozma de Israel.
22. Fortalecer la seguridad jurídica ante los impagos. España ocupa la posición número 54 en relación a la facilidad para hacer cumplir los contratos. Como media, se dedican 515 días a resolver estas cuestiones, con 39 procesos distintos. Mejorar estas circunstancias implica reducir el riesgo que supone la actividad empresarial y, por tanto, emprendedora.
23. Facilitar la salida a bolsa de start up tecnológicas. La Administración Obama ha anunciado recientemente la limitación de los costes inherentes a la salida a bolsa de una compañía. La mayor parte del empleo de las empresas cotizadas se crea tras su entrada en este mercado.
24. Acercamiento de la universidad al mercado laboral. Una buena idea es el fomento de prácticas en empresas durante las vacaciones de verano en los estudios universitarios. Además, resulta necesaria la formación del profesorado en emprendimiento. También lo sería la combinación de pedagogía y contenido, mediante interacciones con emprendedores locales.
25. Emprender, también dentro de la empresa, es la base de la innovación. Es un buen lugar de pruebas para la innovación. Su fomento facilita la generación de potencial emprendedor y la difusión de una cultura en la que no se castiguen los errores. Los equipos multidisciplinares y los procesos de información transversales facilitan el desarrollo de emprendedores internos.
26. Desregular: por cada norma nueva, eliminar dos. Los emprendedores no quieren subvenciones ni oficinas gratis, saben que muchas veces son una pérdida de tiempo. Quieren que les dejen trabajar. No necesitan que la Administración haga más cosas, sino menos. Que se quite de en medio y no ahogue con impuestos a start up que acaban de echarse a andar y ni siquiera facturan aún.
27. Asociar fondos públicos y privados que acerquen la gestión del capital a los emprendedores. El plan Start Up America, que combina la participación público-privada, ha elevado recientemente el umbral que para la simplificación de trámites de recepción de inversiones desde los 5 millones de dólares hasta los 50 millones, manteniendo la protección del inversor.
28. El emprendimiento es la única vía para salir de la crisis y el paro. Desde 1977 hasta 2005 en Estados las empresas con más de 12 meses de actividad sólo crearon empleo neto en siete años, mientras que las de nueva creación generaron tres millones netos de puestos de trabajo anuales.
29. España cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo, lo que supone la llegada de mucho talento extranjero al país. De acuerdo con el ranking Financial Times 2011, el IESE es la primera escuela del mundo en programas abiertos de executive education, Esade es la quinta en formación a medida y el IE es la segunda escuela en másteres de finanzas (sin experiencia previa). Tanto IE como IESE están en el top 10 del Global MBA.
30. Necesidad de cambio de modelo de crecimiento económico. El basado en el sector inmobiliario está agotado. La competencia en el sector turístico cada vez es más importante. El emprendimiento se sitúa como una actividad sobre la que construir el nuevo modelo económico, para generar empleo y buscar nuevas alternativas.
31. Oportunidad: precio del suelo, oficinas vacías. En la actualidad, un exceso de inmuebles desocupados, unido a la caída en el precio inmobiliario, puede suponer una ayuda para el establecimiento de nuevas compañías en nuestro país. Según un estudio de BNP Paribas Real Estate, Valencia es la ciudad europea con más locales comerciales desocupados, Barcelona está en la novena posición y Madrid se sitúa en la undécima.
32. España tiene un vínculo grande con Latinoamérica que amplía las posibilidades del mercado. El vínculo cultural y lingüístico también es económico. Desde la década de 1990, grandes instituciones financieras y no financieras han llevado esta relación económica a cifras récord: el Santander obtiene el 44% de su beneficio en Latinoamérica, Telefónica algo más del 46%.
33. Aprovechar el tamaño de nuestro país para atraer emprendedores de otros países de Europa con mercados más pequeños. España es el quinto país más poblado de Europa, con más de 46 millones de habitantes. Es el segundo más extenso, por detrás de Francia, con 505.000 kilómetros cuadrados.
34. Hay una gran oportunidad para emprendedores extranjeros por el desfase español en innovación.Muchos proyectos e ideas nacen o llegan con años de antelación a Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Ejemplos como el márketing de afiliación, las herramientas de eCRM o la publicidad en Internet por vídeo demuestran que España es un buen mercado en el que importar ideas exitosas de otros lugares.
35. Mejorar la percepción del emprendedor en la sociedad. Un 48% de los ciudadanos tiene una imagen favorable de los emprendedores. En cambio, sólo el 38% de los jóvenes cree que la sociedad tiene una imagen favorable de aquellos. Las empresas tienen mala imagen, que nos lleva a hablar de emprendedores en lugar de empresarios.
36. Potenciar la cultura del esfuerzo. Se observa una tendencia en nuestra sociedad hacia la recuperación de la cultura del esfuerzo. El eslogan más popular, establecido por el presidente de Mercadona, Juan Roig, habla de pasar de la cultura del maná a la del esfuerzo. Otros empresarios han expresado esta misma idea de formas distintas.
37. La difusión del emprendimiento en los medios de comunicación. En España, un 41% de la población cree que los medios de comunicación difunden noticias de manera frecuente sobre emprendimiento exitoso. Tan solo superamos en esta categoría a Vanuatu (Pacífico Sur), Grecia e Italia, ocupando el puesto 55 de las 58 economías sobre las que hay información disponible.
38. Educación en innovación desde la enseñanza Primaria. Potenciar las aulas digitales e incluir asignaturas ligadas a la innovación en los planes de estudio. El cien por cien de los expertos consultados coincide en afirmar que la enseñanza Primaria y Secundaria no fomentan actitudes emprendedoras, y sólo el 14% cree que la universidad proporciona una adecuada formación para la iniciativa emprendedora.
39. La aversión al riesgo en nuestro país es un lastre para el emprendimiento. Sólo el 19% de los jóvenes españoles considera que la formación que han recibido les lleva a interesarse por asumir riesgos. Apenas un 12% se considera una persona que toma riesgos. Sólo el 25% de los jóvenes se ve en el futuro dirigiendo su propio negocio, son más los que se ven trabajando para una compañía.
40. El miedo al fracaso paraliza el emprendimiento. En España, sólo 3 de cada 10 jóvenes dicen no tener miedo a ser rechazados por sus opiniones. Sólo 2,5 de cada 10 son optimistas respecto al futuro. El miedo al fracaso es el principal obstáculo de la iniciativa emprendedora para un 66% de los jóvenes.
¿Cuál es tu papel?
Ayer lo destacaba el Blog Salmón. El ministerio de “trabajo” se lo tuvo que pasar en grande viendo como todos los medios de comunicación en España se vanagloriaban de una gran decisión política que eliminaba 36 tipos de contratos de trabajo para que se quedaran en 5. En el país de la teletipofagia es fácil que pasen cosas como esta. Suele ser cada vez más evidente que una nota ni se digiere ni se verifica para llegar al detalle. No se eliminan contratos, se agrupan los modelos y lo que se eliminan son los formularios. Es de risa.
“Mediante esta simplificación administrativa se pasará de los 41 formularios existentes en la actualidad a 5 los modelos de contratos de trabajo: contrato indefinido, contrato temporal, contrato de relevo, contrato de prácticas y contrato de formación y aprendizaje. Báñez ha explicado que la existencia de un elevado número de formularios y un sistema complejo de bonificaciones a la contratación supone una barrera para el pequeño empresario. “Es un problema que solventaremos dentro muy poco. Los trabajos técnicos ya están muy avanzados y se negociará con los agentes sociales”.
La realidad era menos bonita. Como si no tuviéramos pruebas que demuestran que donde dice una cosa luego significa otra. Ley de emprendedores que no se ponen en marcha, cifras de paro que ocultan millones de personas que están en “formación”, la reducción de la huida masiva de personas no contemplando que el que se va no suele empadronarse en el nuevo destino, brotes verdes que son pura ficción o la insistente negativa a afrontar de verdad los tiempos que nos ha tocado vivir.
Tiempos que, siendo una suerte poder protagonizar, la inutilidad generalizada de nuestra clase política y el miedo a no tener ellos mismos futuro cierto debido a su mediocridad manifiesta, se están convirtiendo en tiempos de penuria y miseria endémica.
Mientras la ministra Bañez, que en octubre saldrá a patadas del consejo de ministros (siempre pongo en minúsculas estas cosas), nos ofrece nuestra dosis semanal de subnormalizante, el mundo sigue girando en dirección contraria. Se está perdiendo la oportunidad. De verdad que es desesperante como el debate se ciñe en lo insustancial, en sus cosas y en la inferitilidad de la endogamia política.
Que se vaya la ‘golden girl’ a Miami o no, no deja de ser un capítulo más de la telenovela política en la que vive España y Europa en general. Lo sustancial es que miles de niños en un país que fue “Champions League” estén desnutridos por culpa de la situación económica. Que bancos que muestran millones de euros de beneficio gracias a que nos han esquilmado lo que teníamos para afrontar retos futuros se nieguen ahora a ofrecer crédito y despidan a sus plantilla por la espalda y sin avisar. Un continente que se enfurece contra quien pone en juego sus vacaciones o por que le cierren una televisión pública pero que ni siquiera se inmuta por las cantidades astronómicas que se le pagan a adolescentes por salir en programas de televisión misóginos.
Tiempos de revancha y cambios fundamentales se acercan. Todos tenemos un papel a jugar. Unos en la franja social procurando estimular conciencias, descloroformizando a una sociedad aletargada por el miedo a dejar de ser “clase media”. Pronto sabrán que hace mucho que dejaron de serlo y ahora pertenecen a una especie de “microburguesía low cost” esperpéntica. Otros deberán meterse en política. Hablo de gente nueva capaz de estructurarse mediante mecanismos distintos y abiertos. Pero de verdad, no como lo hacen los de siempre. Tener un perfil en Twitter no te hace mensajero del o-Gov, ni te confiere conocimiento. Hablamos de mucho más. Otros deberemos seguir montando empresas, aportando cuanto sabemos hacer y procurar que la globalidad, la digitalización y los criterios de la Nueva Economía permitan un cambio real en nuestro entorno. Todos tenemos un papel en este momento histórico que debemos vivir. ¿Cuál es el tuyo?
CREDIBILIDAD Y PARO
Tengo claro que en unos meses, tras una leve mejora de la economía, un tono gris plomizo invadirá todos los sectores económicos Tiene que ver con el fin de estímulos y con el origen del problema. El consumo tocó techo hace un par de años, el valor patrimonial se muestra débil por primera vez y el trabajo empieza a ser un bien escaso. Para postres tenemos una cada vez más evidente nueva clase social. Sin embargo el problema se llama desocupación y credibilidad. Vivimos en un mar de malabarismos estadísticos con eso que se llama población activa, paro registrado y solicitantes de empleo. Todo es un enorme embrollo que no ayuda a certificar el estado comatoso de nuestro entorno.
El problema es que cuando el actual ejecutivo, al que debemos de creer ahora como si de un acto de fe se tratara, hace exactamente un año aprobaba unos presupuestos en los que su cálculo sobre el empleo era de que llegaríamos al 12,5% de parados. La verdad pesa como el plomo y los datos que ahora se manipulan profesionalmente desde el Ministerio de Trabajo hablan de al menos un 18%. Casi un millón y medio de personas que el Estado se ha tenido que comer con patatas y que no supusieron ninguna predisposición presupuestaria de estos genios. Ahora nos dicen que lo peor ya ha pasado por noveno mes consecutivo y que el paro no llegará al 20%. Lo reflejan de nuevo unos presupuestos que, con toda seguridad, vuelven a fallar en ese punto. En plena legislatura del pleno empleo el drama cada vez es mayor. El paro alcanza a todos los sectores y a todos los modelos de negocio. La buena noticia es que el 2009 ya ha finalizado, pero lo malo es que ha empezado el 2010.
Me acusan a menudo que en este blog se habló de disturbios en la calle y de dosis de inestabilidad creciente. Me dedico a la economía y, seguramente, los análisis sociológicos no sean mi fuerte. No obstante sigo pensando que es realmente preocupante y sorprendente que una sociedad en decadencia y decadente no sea capaz de alzar una voz crítica con cierto criterio y que todo languidezca a través de los subsidios y las ayudas miserables que reciben los que ya no tienen nada y hace minutos creían tenerlo todo.
En España nos acercamos a los tres millones de personas que cobran el paro. En concreto el número de perceptores de prestaciones por desempleo ascendió a 2.773.978 personas en octubre, lo que supone un 40% más respecto al mismo mes de 2008. Ahora bien, lo peor es que 1.034.375 de esos desempleados ya no perciben ninguna prestación, es decir, se ha terminado el plazo y siguen sin trabajo.
Según muestran los datos del propio Ministerio de Trabajo, desde el comienzo de la crisis en 2007, y hasta mediados de 2009, las prestaciones contributivas se destinaban por extinción de contratos a trabajadores temporales, tendencia que se alteró en junio, a partir del cual la mayoría de los beneficiarios habían sido despedidos, un total de 754.504 parados frente a los 718.310 por finalización del contrato. Esto viene a certificar que la destrucción de empleo comenzó en los contratos de carácter temporal, pero que desde junio se está destruyendo empleo de tipo indefinido de un modo atroz.
Va a ser necesario que todos nos pongamos a remar juntos independientemente de lo que digan los que nos gobiernan. Es el momento de las ideas y de la iniciativa. Superar este escenario no es sencillo, muchos caerán, otros simplemente transitarán por este nuevo territorio. El mundo se hará más hostil y los cambios sistémicos pendientes nos conducen a un nuevo paradigma socio económico. Tengo claro que surgirán nuevas oportunidades. No me creo que de esta no vamos a salir, pero tampoco creo que se pueda hacer sin ponerle un poco de limón a la herida.
BURBUJA LABORAL
A la espera que desde Eurostat nos den otro repaso a las cifras y confirmen que lo que se publica desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración suele estar cocinado, de momento lo que tenemos son las “buenísimas” cifras de paro y ocupación publicadas hoy mismo. Según la octavilla en cuestión, el número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo bajó en 20.794 personas en julio respecto a junio, registrando su tercer descenso mensual consecutivo tras haber estado 14 meses al alza. Según estos datos en España tenemos 3.544.095 personas.
A la espera que desde Eurostat nos den otro repaso a las cifras y confirmen que lo que se publica desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración suele estar cocinado, de momento lo que tenemos son las “buenísimas” cifras de paro y ocupación publicadas hoy mismo. Según la octavilla en cuestión, el número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo bajó en 20.794 personas en julio respecto a junio, registrando su tercer descenso mensual consecutivo tras haber estado 14 meses al alza. Según estos datos en España tenemos 3.544.095 personas.
Parece claro que el Plan de Inversión Local y la estacionalidad veraniega han causado efecto. Del número total de nuevos ocupados, la mayoría son de la construcción y de servicios. Ahora bien, si analizamos al detalle, el Plan E empieza a desinflarse y con él la creación de empleo de urgencia. El descenso de casi 20.800 personas es inferior al logrado el mes pasado, en el que el paro cayó en más de 55.000 personas. El abrir zanja, cerrar zanja, abrir zanja otra vez para repasar zanja, cerrar zanja, abrir de nuevo zanja, cerrar definitivamente zanja y esperar al experto técnico en zanjas que certifique que no se debe empezar la obra de la zanja, tiene un límite. Ese límite es el ridículo. El penoso espectáculo de repartir el dinero que no tenemos por todas partes a fin de ocupar a la gente en cosas que no necesitamos y que al final vamos a pagar todos. Atajar la fábrica de parados en la que se había convertido este país era una prioridad, claro está, pero tal vez debíamos haber establecido otro sistema que pudiera generar un valor a medio plazo en términos de cambio en el modelo.
Durante el día de hoy el ministro Corbacho se apuntará el tanto de que esta bajada experimentada en julio constituye el mejor dato en este mes desde el año 2004. De momento, la que ha hablado es doña Maravillas, que destacó que los datos de julio vienen a confirmar que el crecimiento del desempleo "sigue moderándose" considerando que esta caída es una "buena noticia”. Obviamente que alguien deje de estar en la preindigencia es buena noticia, pero que pase a cavar zanjas por cavarlas y cobrando, es algo que, aunque no tranquiliza, permite a todos vivir en una burbuja laboral. Como sabemos, todas las burbujas acaban explotando. Que se lo digan al millón ochocientos mil parados reales que han ido alistándose en las oficinas del INEM desde mayo del año pasado.
Como opción es posible. Podemos dejarnos engañar. Es una elección que cada uno hace. Es algo que enlaza con la credibilidad de tus políticos favoritos, con un voto que no quieres aceptar como erróneo, con una afinidad partidaria o con una simpatía elemental, pero engañarse a uno mismo encaja con la idiotez supina. Los datos del paro tal y como los refleja la nota de prensa del ministerio son un fraude. Hablar de “fin de tendencia”, “inicio de la recuperación” o de “buenas noticias” a secas es humillante. Por ejemplo, en julio se registraron un total de 1.403.023 contratos, un 13,7% menos que en igual mes de 2008. Es decir, se contrata menos pero sin embargo baja el paro. Insólito.
Además, las cifras que maneja el ministerio siempre están en desacuerdo con las que desde Europa nos tramitan. Entre los datos de “personas apuntadas al INEM” y “parados contabilizados” hay más de un millón de personas que el gobierno intenta catalogar de diversos modos. De los 4.977.288 demandantes de empleo brutos, el ministerio empieza el recorte con 939.497 ocupados (en formación la mayoría), 201.742 con disponibilidad limitada (que no pueden trabajar en las ofertas objetivas) y otros 291.954 no ocupados, que la EPA si considera parados en toda regla. El total de las cifras, trasquilando los flecos monclovitas se nos queda en 3.544.095. A esto hay que empezar a contabilizar los autónomos que dejan de serlo. En concreto este mes casi 15.000 han dejado de pagar su cuota y han pasado a la lista de los que cobrarán los 420 euros de subsidio previsto para los que se quedan sin ningún tipo de ingreso. A tirar de tarjetas de crédito hasta que se agoten.
En otoño los datos no serán tan malos como en 2008 pero igualmente serán muy malos. Costará maquillar, y aun haciéndolo la evidencia pesará como el plomo. No serán tan duros como hasta ahora pues no se puede caer siempre en vertical, al final la caída se hará sostenida y parecerá menos caída. Sin embargo, seguiremos bajando y con la amenaza de una parada técnica de la economía provocada por la incapacidad presupuestaria para programar acciones rápidas y con dificultades para emprender otras más estructurales puesto que las inversiones públicas empezarán a tener serios recortes.
Algo que me preocupa es descubrir que uno de los motores clave de la economía española sigue sin levantarse del lodazal. En Catalunya sigue aumentando el paro, más que en ninguna comunidad española. Me duele como catalán pero me aterroriza por los españoles que se quedan sin el motor tributario del estado. Casi una cuarta parte de los impuestos recaudados en España son catalanes y si se va reduciendo esa capacidad laboral en mayor medida es porque el motor se está quedando sin gasolina y sin conductores.
Espero equivocarme. En todo lo que he escrito hay aciertos y deducciones erróneas. Espero equivocarme y que en realidad este sea el inicio de la recuperación, pero me temo que no va a ser así. Espero equivocarme y que media blogosfera me ponga a bajar de un burro por haber sido un agorero que al final acertaba y luego se despeñó en su propia literatura. Espero que sea así, pero los datos y la manera de obtenerlos no parece que así pueda ser. Cierto es que, si invirtiendo todo lo que el gobierno está inyectando en medidas muy discutibles por lo poco estratégicas que resultan no se genera empleo en los meses limítrofes con el verano, apaga y vámonos. Otra cosa será cuando esa factura se deba de pagar via impuestos o a partir de la reducción de servicios públicos o en la calidad de los mismos.