El ingreso mínimo vital es inevitable.
Ahora mismo el debate sobre la renta básica universal se centra en que se convierta en un escudo social ante la crisis económica inminente con el llamado Ingreso Mínimo Vital. Sin embargo, dejando de lado esa premisa, la renta básica supone algo mucho más complejo y, bajo mi punto de vista, irremediable.
Ahora mismo el debate sobre la renta básica universal se centra en que se convierta en un escudo social ante la crisis económica inminente con el llamado Ingreso Mínimo Vital. Sin embargo, dejando de lado esa premisa, la renta básica supone algo mucho más complejo y, bajo mi punto de vista, irremediable.
La renta básica universal al final no va ser ni de izquierdas ni de derechas, va a ser inevitable. Porque al fin y al cabo vamos a tener que racionalizar que mucha gente no va a poder alcanzar ese punto pero a la vez vamos a tener que ser capaces de distribuir lo que sí se haga a través de esas máquinas y esas personas.
Automatizar el mundo es algo factible e irremediable. ¿qué rentabilidad tendrá un poeta? en un mundo sin renta básica ninguna, en uno donde eso sea amortiguado por la robotización de la producción, se me antoja que mucha.
El problema es cómo se está gestionando ahora mismo el inicio de ese modelo socioeconómico del futuro. La falta de digitalización de la administración provoca los problemas que explico en el video.
El crecimiento sin timonel y la urgente digitalización del modelo productivo.
Hace unos días, tras la conferencia que ofrecí en el World Trade Center de Barcelona durante el I Forum Cárnico dedicado a la innovación y la transformación digital, el presidente de una de las principales empresas del sector me aseguró que el riesgo de que la robotización destruya empleo en España es todavía escasa y que eso, si sucede, pasará dentro de varias décadas. Le respondí con datos que me sirven para empezar este post. Desde 1996 la destrucción de empleo en el sector manufacturas por efecto de la robotización en España ronda el 38%, superior al sueco, coreano o alemán por ejemplo. Más adelante recuperaré estos datos.
Hace unos días, tras la conferencia que ofrecí en el World Trade Center de Barcelona durante el I Forum Cárnico dedicado a la innovación y la transformación digital, el presidente de una de las principales empresas del sector me aseguró que el riesgo de que la robotización destruya empleo en España es todavía escasa y que eso, si sucede, pasará dentro de varias décadas. Le respondí con datos que me sirven para empezar este post. Desde 1996 la destrucción de empleo en el sector manufacturas por efecto de la robotización en España ronda el 38%, superior al sueco, coreano o alemán por ejemplo. Más adelante recuperaré estos datos.
A todo esto ya van 11 meses sin gobierno. El PIB sigue creciendo con fuerza aunque tenga truco. El truco es que venimos de tan abajo que sino subiera sería de aurora boreal. La velocidad de crucero se sitúa cercana al 0,8%. El hecho de tener un consejo de ministros en funciones podría parecer que es incluso algo bueno pero no debemos tomar conclusiones erróneas. El viento sopla a favor del crecimiento por la coyuntura petrolera, un euro que impulsa la exportación y un coste de financiación en mínimos históricos. Sin embargo la productividad española sigue siendo discreta. No se crecerá a largo plazo si esta tendencia no cambia y un gobierno, el que sea, no se pone a resolver problemas estructurales que tiene nuestro modelo económico. Pasan los días y los meses y el tren del futuro sigue alejándose. La sociedad del conocimiento se resiste a perderlo gracias a la iniciativa de miles de emprendedores y empresas tecnológicas que luchan contra los elementos, las reglas y leyes que no son favorables y que, por comparación con otros países, son puro fuego amigo.
El esfuerzo inversor en investigación sigue cayendo. Del 1,35% del PIB ha bajado al 1,23% y no parece que esa tendencia catastrófica vaya a cambiar en breve. El asunto se pone feo pues la brecha con nuestros competidores naturales sigue creciendo. Si a esta desidia por mejorar el modelo productivo sumamos los previsibles problemas de ocupación estacional, el porcentaje insultante de paro juvenil que pagaremos con creces a medio plazo, un sistema de pensiones insostenible y una nula estrategia política por modular un escenario socioeconómico vinculado a la robotización y la economía digital, el asunto es chusco de narices y poco tiene que ver con la idea de que vamos bien. Ni los que gobiernan en funciones, los que ya no gobernarán seguro, los que dicen que si gobiernan cambiaran su populismo por pragmatismo, los que hablan de sumar para dar estabilidad o los que pasaban por allí, ninguno de ellos hablan del asunto en cuestión y siguen con su discurso maniqueo y endogámico sobre un mundo que cada vez es menos real.
La verdad es que poco importa si hay o no terceras elecciones, que no las habrá. Tampoco si el gobierno es más o menos estable. En teoría la obligación de sus señorías es llegar a acuerdos que permitan legislar para marcar la hoja de ruta para solucionar problemas que este país no puede mantener por más tiempo en el cajón de los temas a solucionar más adelante. No hay más adelante, el futuro ya llegó y parece que los señores del pasado no lo ven porque permanecen en su espacio natural.
¿Saben que se destruye empleo como he dicho antes en base a la robotización? ¿Que independientemente de cómo y qué hagan eso va a ir en aumento? ¿Piensan diseñar un plan para que el parto no sea tan doloroso? ¿Saben estos señores que las cinco mayores empresas del Estados Unidos son tecnológicas y que apenas existían hace dos décadas? ¿Tienen idea de lo importante que es vincular el crecimiento de un país a este tipo de empresas?
¿Saben nuestras señorías que la pujanza del modelo productivo digital es de tal calibre que sino nos situamos a su estela vamos a quedarnos como un país totalmente irrelevante en el concierto internacional? ¿Tienen idea del coste que tiene para el futuro de todos nosotros su desidia o desconocimiento? ¿Se hacen a la idea de que la economía digital no es un eslogan sino un objetivo irrenunciable? ¿Han hecho el cálculo de la posición económica mundial que nuestro país ocupará en una década sino se arremeten medidas de calado político y estratégico que impulsen el cambio de modelo de crecimiento? ¿Han imaginado como es un país desequilibrado con dos polos alejados entre las ciudades tecnológicas y el resto del territorio? ¿Saben que supone en materia de garantizar servicios y derechos a los ciudadanos de la década siguiente el pertenecer a un limbo no competitivo más próximo a Marruecos que a Dinamarca?
Si preguntáramos a esos representantes si saben, en palabras de Enrique Dans, que es ‘la economía de la verdad’ que sustituye a ‘la Nueva Economía’ pocos o ninguno sabría realmente responder. Si les preguntáramos que es 'Facebook, Google o Amazon seguramente su respuesta sería una aplicación frívola, un buscador y una tienda de libros cuando la realidad es que son el espacio donde sucede la economía real. Nada que no sea digital será economía y de eso va todo este debate'. Sino lo ven, sino lo aceleran, nos vamos a dar una hostia que la del 2008 va a ser una especie de broma escolar.
Y es que en agosto ya tuvimos un aviso. El peor verano para la seguridad social desde 2008 se nos plantó delante de las narices y pocos quisieron verlo. Casi 150.000 cotizantes desaparecían sin dejar rastro mientras los discursos continuaban con el ‘seguimos creando empleo’. La creación de empleo se va a ir ralentizando porque no hay empleo que crear. Los sectores que mejor representan el cambio de modelo irremediable y al que no podemos renunciar no generan empleo. El sector biotecnológico ya es más importante que el todopoderoso turístico pero no empleo a casi nadie en comparación.
La paradoja es que si queremos empleo solo podemos crearlo en los sectores que sabemos son pura sentencia de muerte. La solución está en equilibrar esa jugada y preparar nuestro espacio social a uno donde trabajar sea un efecto secundario, donde la gestión pública sea capaz de salvaguardar rentas mínimas y dónde el sector privado establezca criterios productivos de vanguardia bajo el soporte y estímulo urgente de la administración.
Sigue la vivienda disparada y no es más que un disparo al pie. La locura ha empezado y de locos el futuro va a estar vacio. En el segundo trimestre del año las ventas se incrementaron un 23,7%, el precio se encareció en 7,5%, las hipotecas se han vuelto a poner de moda en los almuerzos de esa falaz clase media y los vientos parecen empezar a traer ese olorcillo tibio a sequía que permaneció durante años. No aprendemos, es hasta comprensible, pero que un gobierno no establezca urgentemente las medidas que eviten la que se avecina, no se puede entender. Lloverá sobre un charco. La demanda se ha activado y vuelve a no tener ningún límite. Allá vamos, cuesta abajo y sin frenos.
Sin frenos porque mientras re-fabricamos nuestra sociedad soportada en viga de hormigón pretensado y ladrillo cerámico, el empleo se irá reduciendo, no creando. El recorte de personal es irremediable en miles de empresas. No porque vayan a tener menores ingresos, sino porque las funciones que millones de personas realizan ahora mismo en breve serán sustituidas por robots o software. ¿Has analizado cuantos puestos de atención al público en los que hasta hace unos pocos años una persona te atendía, ahora esa relación la formalizas con una máquina? No es necesario leer informes, con revisar tu entorno verás que el recorte masivo es exponencial. Sino lo ves, entonces mira lo que pasa en otros lugares.
¿Cuánto te queda en tu puesto de trabajo? ¿Lo has pensado? Me gusta ser optimista y hablar de un mundo mejor a medida que la tecnología nos ofrezca un mundo más humano, pero me preocupa que eso va a pasar en algunos lugares que han empezado a preguntarse como abordar el mayor desafío al que se ha enfrentado la humanidad, mientras que en otros nadie está analizando como hacerlo. En España la transición a una economía que automatizará todo lo automatizable no tiene timonel y cuando el mar que hay que surcar es bravo y lleno de peligros sin alguien que tome el timón la deriva es muy mala consejera, se suele naufragar.
No Es Lo Que Parece
En mi columna de hoy en El Confidencial, bajo el titulo ¿nos hemos vuelto todos locos? reflexiono acerca de algo que me parece que debe aclararse. Me preocupa que se nos esté presentando el ajuste que Zapatero planteó el miércoles para reducir el déficit, como "una manera de salir de la crisis". Eso, aparte de peligroso, es engañar a la ciudadanía y provocar un nuevo desencanto. La verdad es otra, que aun sabiendo que no tenemos otro remedio pues el riesgo de "default" es evidente, este tijeretazo nos perpetuará en la "parada técnica de la economía durante años. El dinero para estimular el mercado interior y sacarnos del agujero ya se ha gastado, ahora se debe pagar y, por culpa de esa deuda, no hay dinero para más incentivos que lo estimulen.
RECORTES DE PRENSA
En la prensa internacional de hoy se habla de España. En el Frankfurter Allgemeine Zeitung, hay un artículo de opinión firmado por Michael Psotta titulado “El mercado laboral español dividido en dos”, en El Mercurio hay una crónica titulada “Fila de desempleados de España podría llegar a Amsterdam” y en el De Tijd de Bélgica se puede leer una crónica firmada por Henk Boom titulado “El camino de la recuperación española se encuentra sembrado de obstáculos”.
El primero de los tres comenta que “El mercado laboral español muestra una imagen deprimente. Con una cuota de desempleo de un 19,3 por ciento, España se queda muy atrás en la Unión Europea; según el Instituto Europeo de Estadística, tan solo Letonia está aún algo peor. Los más afectados son los jóvenes: más de un 40 por ciento de los españoles de menos de 25 años no tienen trabajo actualmente. Y las perspectivas son demoledoras: España necesitaría un crecimiento de al menos un dos por ciento para generar nuevos empleos. Y esto no parece factible antes del 2012. Más bien todo indica que la cuota de desempleo superará próximamente la marca del 20 por ciento y que seguirá en aumento. El desarrollo actual sorprende tanto más cuanto que el país modélico, tan dinámico en su día, durante 15 años generó más empleos que cualquier otro miembro de la UE; en algunos años incluso más que la suma de los demás miembros de la UE”. Sigue con “este importante incremento de empleo en el fondo apunta a un mercado laboral sumamente flexible – y permitiría la interpretación de que el rápido empeoramiento tan solo es el otro lado de la medalla de esta flexibilidad. Es cierto que los jóvenes españoles encontraron trabajo ante todo porque aceptaron tratados limitados. De esta manera, sus empleadores no asumieron el riesgo de que los nuevos empleados se convirtieran en un lastre en caso de una crisis. Seguramente se trataría de un principio defendible si el mercado laboral español no estuviera dividido en dos”. Al final en ese mismo elemento confirma que “al comienzo de la crisis económica hace aproximadamente año y medio, dos terceras partes de los trabajadores tenían contratos indefinidos con una alta protección contra el despido y, según el baremo europeo, con unas regulaciones de indemnización especialmente aras. En un primer momento, estos empleados apenas se vieron afectados por la crisis. Los más afectados fueron casi exclusivamente aquellos que tenían contratos limitados. Esta división del mercado laboral no solamente es injusta. También aporta importantes desventajas a la economía española”.
En el diario chileno nos aseguran que “hace un año, la crisis en España había llevado a que, si se ponían en fila india los más de 2,6 millones de desempleados de esa época cinco personas cada dos metros, éstos cubrirían 1.050 kilómetros; nada menos que la distancia entre Madrid y París. Hoy, la crisis elevó esa cifra a 3,8 millones, con lo que se podría cubrir la distancia entre Madrid y Amsterdam, 1.500 kilómetros. Y puede ser peor: ayer el BBVA pronosticó 4,2 millones de desocupados para el 2009”.
En el rotativo belga la cosa gira hacia el mundo laborarl de nuevo y atestiguan que “el déficit presupuestario y el paro crecen con celeridad. Con el aumento del IVA, el Gobierno Zapatero perjudica sobre todo a la clase media. España lleva más de un año en plena crisis económica. El Ejecutivo socialista no logra rendimientos tangibles en su lucha contra la crisis. La oposición y los empresarios interpretan la política anticrisis como una puñalada en la espalda de la clase media”